Anatomía de Jeon [Taekook]

Capítulo XXIII

"Es hoy". Ese fue el primer pensamiento consciente de Hobi al despertarse ese viernes. Sacudió la cabeza y se levantó para darse una ducha rápida. Era uno de esos días raros en los que entraba a la misma hora que su compañero de piso, y sabía que el otro tardaría más en arreglarse.

Metió una capsula en la cafetera y mientras esperaba, le vino el mismo pensamiento a traición: "Es hoy". Lo apartó de su cabeza preparando otro café, ya que había escuchado los pasos de Tae arrastrarse por el pasillo.

Le tendió la taza en cuanto lo vio llegar a la cocina. El pelo revuelto y los ojos adormecidos:

-Gracias – murmuró, ya dándole un sorbo a su bebida.
-Es hoy – soltó Hobi abruptamente.
-¿Eh? ¡Ah!

La elocuente respuesta de Taehyung les hizo estallar en carcajadas.

-Ya te dije que es normal que estés nervioso, pero tienes que ir a tope, esperando lo mejor. Y si no... pues ya veremos.
-Lo sé – Hobi suspiró dramáticamente.
-Por cierto, yo tampoco estaré en casa. Pero si necesitas algo, sabes que puedes llamarme
-Así que no estarás en casa... déjame adivinar – Se puso la mano en barbilla como si estuviese pensando en profundidad.
-¡Uy, mira! Vamos a llegar tarde – dijo Tae, mirando su reloj imaginario mientras salía corriendo hacía su habitación.

Hobi seguía riendo cuando unos Minutos después, el otro le arrastró por la puerta para salir en dirección al Hospital.

...

Jimin ya no aguantaba más en la cama. Llevaba casi una hora despierto, matando el tiempo con el móvil, mientras Yoongi no se había movido ni una sola vez. Se levantó y se dispuso a darse una buena ducha caliente, le vendría genial a sus músculos. El baño de la noche anterior había sido muy relajante, pero todo lo que había pasado después en la cama, no lo fue tanto.

Por supuesto, el Doctor Min seguía durmiendo cuando Jimin se vistió y se fue a preparar el desayuno para ambos. Mejor estar ocupado. No quería hacerle caso a esa pesadez en su estómago que le decía "Es hoy" o no sería capaz de pensar en otra cosa durante el resto del día.

Estaba poniendo los platos en la mesa de la cocina cuando, por fin, escuchó movimientos desde la habitación.

-¡Desayuno primero, luego ducha! – gritó desde la cocina, sonriendo cuando recibió un gruñido de respuesta. Yoongi era "adorable" por la mañana.

El susodicho entró a la cocina poco tiempo después, miró a Jimin y a los platos sobre la mesa. Pareció dudar durante un segundo, pero se sentó sin decir nada.

-¿Qué? – le espetó el otro.
-Nada...
-Yoongi.
-Jimin.
-¡Ugh!
-¿Cuánto rato llevas despierto? – El Doctor Park se cruzó de brazos, pero no contestó.
-Ya...

Jimin sabía que el único motivo de su exasperación, era el nerviosismo ante la cena de esa misma noche. Y también sabía que Yoongi le repetiría lo mismo que le había dicho la noche anterior mientras se abrazaban, exhaustos tras hacer el amor. "Es normal que estés nervioso, pero no tengas miedo. Todo saldrá bien". Y la cuestión era que sabía que tenía razón, la conexión entre los tres era innegable y mucho se tendrían que torcer las cosas para que no acabasen bien. En el "peor" de los casos, solo como amigos.

Recogió los platos y la cocina mientras el otro se daba esa necesitada ducha. Quería dejarlo todo recogido para empezar a preparar las cosas para la cena en cuanto volvieran del hospital. Se sentó de nuevo y puso los codos sobre la mesa, apoyando la cara sobre el dorso de sus manos. Suspiró. El día se le iba a hacer eterno.

-¿Vamos? – le dijo el Doctor Min desde la puerta. Asintió y se levantó para coger sus cosas.

Cuando iba a pasar por su lado, Yoongi le atrapó entre sus brazos sin decir nada. Jimin sintió cómo sus hombros se relajaban mientras dejaba escapar un profundo suspiro. No es que dejara de estar nervioso por arte de magia, pero la presencia sólida del otro, le hizo recordar que no estaba solo en esto. Ya no.