Capítulo XXVI

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La cena transcurrió sin más incidencias. Jungkook admitió que, aunque se manejaba bien en la cocina, había "robado" la cena de esa noche. A cambio, Taehyung confesó que era un negado en esa área, pero un genio emplatando. Y consiguiendo que cocinasen para él, por supuesto. Entre risas, en lugar del postre, el Doctor Jeon sugirió moverse al sofá y empezar con la sesión de cine.

Jungkook le dijo a Tae donde buscar Dr. Strange, ya que se la había pedido antes. Mientras la ponía, él preparó palomitas, que colocó en un enorme bol. Lo llevó al salón, haciendo otro viaje para añadir unas bebidas y algunos snacks más. A Tae ya no le sorprendió la cantidad de comida que Jungkook sacó. A estas alturas, ya conocía el pozo sin fondo que era el estómago del Doctor Jeon.

Lo que si le sorprendió fue el hecho de que, cuando se sentaron, Jungkook colocó el bol gigante de palomitas en el sofá. Entre ellos. Evitando así sentarse junto a él. Tae decidió no decir nada por el momento.
Jungkook apagó la luz y empezaron con la película. Como ambos la habían visto varias veces, no pudieron evitar comentar sus partes favoritas. Argumentando su caso cuando no coincidían. A Tae le encantó la vehemencia con la que el otro defendía su posición, porque él era igual de intenso.

En uno de los viajes a coger palomitas, sus manos coincidieron dentro del bol. Tae frunció el ceño cuando Jungkook apartó la suya al momento, como si se hubiese quemado. Observó entonces qué, a pesar del aparente buen ambiente, el Doctor Jeon no estaba para nada relajado. Su mandíbula estaba tensa y la espalda recta. Así que era eso. Y había estado intentando que él no lo notase. Si Tae quería que los dos disfrutasen del resto de la noche. Tenía que conseguir revertir la situación.

Sin decir nada, cogió el bol de palomitas y lo colocó directamente en el regazo del Doctor Jeon. Cuando este se giró a mirarle, Tae se encogió de hombros y se pegó a su costado. Agarró un puñado de palomitas y se las metió en la boca. Como si la cosa no fuese con él, apoyó la cabeza contra el hombro del otro, sin dejar de mirar la pantalla frente a ellos. Tardó unos segundos, pero la postura de Jungkook
se relajó visiblemente. Incluso le pasó el brazo por encima, apretándole más contra su cuerpo, suspirando. Tae sonrió en la oscuridad.

Justo en el momento que la película terminó, su móvil se iluminó en la mesa. Era un mensaje de Hobi. Soltó una carcajada en cuanto lo abrió:

Me acaban de absorber el alma a través de *Emoji de una berenjena*
No me esperes *Emoji sacando la lengua*

Se lo leyó a Jungkook y ambos rieron de nuevo.

-Pues nada, parece que esta noche estaré solo en casa. – le mandó una respuesta a amigo y dejó el móvil sobre la mesa.

-Puedes quedarte aquí si quieres – dijo Jungkook sin perder un segundo. Tae alzó una ceja. – En la habitación de invitados, quiero decir. – Se apresuró a añadir.

-Ah no. Si no voy a poder dormir con mi almohada humana favorita. Paso. - Esta vez la sonrisa de Jungkook, llegó por fin hasta sus ojos.

-Iré a buscarte algo de ropa y ya que te quedas... ¿maratón de Iron Man? – Tae rodó los ojos, pero asintió. Riendo cuando el otro salió corriendo hacia su habitación.

...

Se habían acabado la botella de whisky. Hacía ya un rato que Yoongi se había ido a la cama. Jimin se estaba riendo tanto que Hobi pensó que se caería de la silla. Ni siquiera recordaba por qué era esa vez. Lo único que estaba claro era que había llegado el momento de dar la noche por finalizada.

Anteriormente, cuando se les había pasado la relajación post orgásmica, la cosa se había puesto un poco tensa. Por suerte, tras darle unos sorbos a su vaso de licor, el Doctor Min había tomado las riendas de la situación.

Anatomía de Jeon [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora