Capítulo XXXIV

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Jungkook amaneció en la que ya era su forma favorita. Entre los brazos de Taehyung.

Después de la rocambolesca escena de los prometidos habían vuelto a la villa para encontrarlo todo en silencio. Los otros debían estar durmiendo ya. Así que decidieron irse a dormir sin continuar la escena que había interrumpido la llamada de Namjoon.

Se separó del agarre del Doctor Kim y fue a la cocina donde se encontró con Yoongi, que ya estaba preparando el desayuno para el trío.

-Buenos días, ¿te preparo algo? – le preguntó.
-No, tranquilo. Tae aún está durmiendo. Ahora me hago cualquier cosa.

Yoongi asintió y en cuanto repartió la comida se fue hacia el salón haciendo malabares con los tres platos. Los otros ya habían sacado todo lo demás hacía rato.

Empezó a prepararse algo rápido cuando un adormilado Tae entró a la cocina.

-Kookie... - le dijo en tono dulce. Jungkook le miró de forma sospechosa, algo quería. - ¿Me vas a preparar también a mí el desayuno?

Jungkook se puso serio, como si no fuese a hacerlo. Taehyung se acercó a él y le abrazó por detrás rodeándole con los dos brazos. Jungkook se movió sin responder al gesto, pero echó más comida a la sartén que tenía al fuego. Tae se quedó detrás de él, pegado a su costado y estuvo a su lado durante el tiempo que el Doctor Jeon tardó en prepararlo todo. No se dio cuenta de cómo el otro estaba sonriendo en todo momento.

Se juntaron los cinco a comer. Jungkook les contó la aventura de la noche anterior. Cuando entendieron por qué la pareja había vuelto tan tarde a la villa, ninguno pudo aguantar la risa. En el momento en que la foto de la pareja esposada a la cama, pijamas rosas incluidos, salió a la luz Jimin se cayó de la silla de tanto reír. Los demás no estaban muy lejos de ese estado.

-Tenemos que hacer camisetas – dijo Min Yoongi entre carcajadas.
-¿Te imaginas? – contestó Jungkook secándose las lágrimas.

Tras un rato más de charla y risas. Recogieron los restos del desayuno. Taehyung subió a la habitación cuando el trio anunció que ya tenían las maletas listas y que iban a dar un paseo antes de la visita que tenían planeada para antes de volver a Seúl. Jungkook pensó que era la oportunidad perfecta.

...

Tendrían que estar haciendo la maleta. En su defensa, Tae estaba en ello cuando Jungkook había llegado a la habitación para decirle que por fin podía terminar lo que empezaron la noche anterior.
Se habían desnudado a la velocidad de la luz. Cumpliendo su promesa, el Doctor Jeon se había arrodillado frente a Tae para chupar su miembro con ímpetu renovado, pero esta vez aprovechando también para prepararle mientras lo hacía.

El Doctor Kim se enterraba en el calor y la humedad de la boca del otro y luego empujaba su culo hacia atrás contra los dedos enterrados en su interior. La doble estimulación le tuvo al borde del orgasmo en menos de lo que le gustaría admitir. Le empujó suavemente y Jungkook dejó ir su polla para mirarle con los ojos llenos de deseo. Tae tiró de él para besarle con fuerza esta vez.

Se movieron hasta que chocaron con la cama. Tae subió y Jungkook le siguió, tumbándose encima de él. Continuaron besándose, pero los besos se volvieron suaves, dulces. Sus lenguas acariciándose como las manos del Doctor Jeon lo hacían sobre el cuerpo del otro. Cuando las posó sobre sus caderas Tae abrió las piernas, indicándole que estaba más que listo. Jungkook se alejó de él lo justo para coger un preservativo y ponérselo.

El momento en el que Jungkook le penetró se sintió diferente para Taehyung. Tal vez porque ahora ya se habían dicho que se querían. O quizá porque no dejó de mirarle a los ojos mientras lo hacía. Probablemente era por la fuerza con la que habían entrelazado sus manos cuando el Doctor Jeon empezó a acelerar sus movimientos, apoyándose en su otro brazo.

Anatomía de Jeon [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora