Capítulo L

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A Jungkook le extrañó despertar solo. Se habían ido a la cama muy tarde. Bueno, a la cama no tanto, pero sí a dormir. Habían vuelto achispados de la cena en la casa del poliamor donde los siete habían celebrado la vuelta de la luna de miel de Jin y Namjoon. Y Tae había llegado con ganas de mandar esa noche, a lo que Jungkook no le había puesto ninguna pega, por supuesto.

Era increíble como la casa antes minimalista de Yoongi, se había llenado de vida con la llegada de los otros dos. Si Jimin ya le había dado un toque hogareño con sus decoraciones, Hobi lo había rematado aportando sus toques de color.

Por supuesto, Jin les había hecho ver casi todas las fotos del viaje, explicando con todo detalle cada momento mientras Namjoon sacudía la cabeza con resignación pero le seguía mirando como si fuese el primer día.

Ese pensamiento devolvió a Jungkook a la realidad y se levantó a buscar a Taehyung, esperando encontrarle en la cocina. Nada. Se asomó al balcón, nada. Empezó a moverse por la casa pensando que quizá le había pasado algo, cuando escuchó muy bajito uno de esos discos de Jazz que tanto le gustaban a su novio. Decidió no molestarle por el momento y volvió a la cocina a preparar algo de comer para los
dos. Cuando Tae se ponía con su arte, perdía la noción del tiempo.

Estaba concentrado en los fogones cuando unas manos llenas de pintura rodearon su cintura y sintió la presión del cuerpo de Tae sobre su espalda. Se dio la vuelta entre sus brazos para poder besarle.

-No quería molestarte – murmuró bajito.
-El olor a comida me ha traído hasta aquí – respondió Tae, el gruñido de su estomago a continuación, confirmando sus palabras y haciéndoles reír a ambos.
-Pues justo a tiempo – Jungkook volvió a girarse para preparar los platos mientras Tae calentaba café para los dos.

Comieron en silencio durante unos segundos. Taehyung no se había dado cuenta de lo verdaderamente hambriento que estaba hasta que empezó a comer. Devoró su plato en poco tiempo. No era una imagen habitual que se terminarse su parte antes que Jungkook, a no ser que este ya estuviese en la segunda ronda, algo que sí era más habitual de lo que debería.

-Voy a volver al estudio - dijo Tae intentando salir rápido de la cocina, pero Jungkook le interrumpió agarrándole del brazo y obligándole a sentarse en su regazo.
-¿Qué es tan urgente como para dejarme otra vez solito...? – puso sus morritos y sus mejores ojitos de cachorro, pero no funcionó.
-Tengo una obra a medias, no puedo dejar que se seque la pintura antes de seguir y... - Jungkook le interrumpió comiéndole la boca y colocándole a horcajadas sobre él. -Jeon... - protestó Tae entre besos. Este siguió besándolo, pero cuando intentó meter la mano dentro de sus pantalones se levantó tan de golpe que pilló a Jungkook por sorpresa. – Te lo compensaré luego, te lo prometo.

Dejó un besó más en los labios del otro y se marchó corriendo antes de que el otro pudiera volver a intentar retenerlo. Siempre había un límite para poder resistirse al Doctor Jeon.

...

El móvil de Jungkook se iluminó sobre la mesa. Le dio un rápido vistazo y cuando vio que era de Tae, que estaba en la habitación de al lado trabajando pausó su partida de overwatch, intrigado.

Cari, ¿podrías ir a comprar fresas?


¿Ahora? – contestó extrañado


Me apetecen mucho y no tenemos.


¿Seguro que no hay? - a Jungkook no le apetecía salir


Las terminamos anoche, ¿no te acuerdas? ;)

Taehyung se quedó observando el teléfono esperando la respuesta de Jeon. Estaba seguro de que no quedaban fresas porque él mismo las había escondido esa mañana. Espera que no estuviese mirando o tendría que buscarse otra excusa.

Anatomía de Jeon [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora