Capítulo XLVI

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Tae llegaba muy pronto, pero quería que le diese tiempo a ver a Jungkook. Las cosas iban de maravilla y, como era de esperar, Jeon se había recuperado sin prácticamente ninguna secuela. El siguiente lunes volvía al trabajo, así que habían decidido aprovechar al máximo ese fin de semana.

Tenían una cita, pero Jungkook no quería perderse su clase de boxeo, así que Tae decidió adelantarse para no perderse la visión que debía ser su novio, sudando y gimiendo en movimiento. Se le hacía la boca agua solo de pensarlo, y eso que ya le había visto así... pero en otras circunstancias.

Aun así, nadie le había preparado para el espectáculo que tenia delante. Jungkook llevaba una camiseta negra sin mangas, y golpeaba y luego esquivaba según las indicaciones de su entrenador. Tae no tuvo más remedio que sacar el móvil y ponerse a grabar. Se había puesto su chaqueta ancha blanca encima de la ropa, así que se veía reflejado a sí mismo en el cristal. Le daba igual. Necesitaba ese vídeo por razones personales.

Jungkook fue a saludarle en cuanto le vio llegar.

-Llegas pronto – fue a acercarse a él, pero Tae dio un paso atrás. – Vaaaale, ¿me ducho y nos vamos? – El otro asintió, no sabía con que tono saldría su voz si hablaba. Una sonrisa pícara llenó la cara de Jungkook. - ¿Te ha gustado lo que has visto, Kim? ¿Quieres ducharte conmigo? Su tono burlesco hizo a Tae reaccionar.

-Tira para la ducha que tenemos muchas cosas que hacer.
-No tardo nada.

Se fue camino de los vestuarios, pero cuando llegó a la puerta se dio la vuelta, sorprendiendo a Tae mirándole el trasero, tal y como sospechaba. Le guiñó un ojo mientras un sonrojado Taehyung salía del gimnasio a toda prisa.

...

Jungkook parecía un niño con zapatos nuevos. En cuanto llegaron al Lotte World lo primero que hizo fue arrastrarle para comprar sendas diademas verdes, que simulaban los ojos de una rana. Tae había dejado su chaqueta blanca en el coche. Se plantó la diadema encima de su gorro gris de lana, se ajustó la cazadora negra de cuero que llevaba ahora a la vista y le colocó la diadema a Jungkook que se había puesto una cazadora vaquera.

Por supuesto, lo siguiente que hicieron fue ir a comer algo. Churros más concretamente.

Un rato después, Tae no lo tenia nada claro cuando Jungkook le dijo que quería subir al The Conquistador, la atracción que emulaba un barco pirata español, de ahí su nombre. Pero Jungkook le repitió esas palabras que le había dicho tiempo atrás antes de la operación de Lucas, "mírame solo a mí". Al final terminó riéndose a carcajadas. Jungkook le dijo que levantase los brazos en el aire y terminó rozando su mano mientras caían, lo que lo hizo todo mucho más intenso.

Jeon le dio una tregua mientras se hacían las típicas fotos delante del Camelot Carousel. Cada uno por separado, Jungkook con los brazos en cruz y Taehyung apoyándose en la barandilla. Y luego los dos juntos, pasando los brazos uno encima del otro, con sus diademas a juego por supuesto, aunque Tae a esas alturas la llevaba colgando del cuello.

Cuando se dirigieron al Flume Ride, Taehyung le pidió a Jungkoook que se sentase delante. No solo porque no quería mojarse, si no porque aprovechó el que fue su segundo viaje para agarrar fuertemente el pecho de Jeon con sus manos en el momento en que sabía que la atracción realizaba una foto de recuerdo. En la vez anterior se había fijado en el lugar al ver a Jungkook hacer el signo de la victoria. La foto reflejó perfectamente la felicidad en sus caras.

...

-Mirad la foto que me acaba de enviar Tae – comentó Jimin enseñando su móvil a los presentes. Era la foto de los dos frente al carrusel.
-Seguro que Jungkook le ha obligado a comprarse esas diademas tan horteras – bromeó Jin, haciéndoles reír a todos.

Anatomía de Jeon [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora