𝐸𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜 𝑚𝑖𝑜- 𝐹𝑎𝑟𝑓𝑎𝑑𝑟𝑒𝑎𝑚

𝑃𝑠𝑖𝑞𝑢𝑒.

𝑃𝑠𝑖𝑞𝑢𝑒 es la diosa del alma, la inocencia y el amor puro. Era alguien que hizo hasta lo imposible para enamorar a su amado, Eros.

Farfadox adora los besos, caricias o abrazos de su novio no importa si está triste o estresado, lo proporcionado por el rubio oscuro siempre lo reconfortaba en sus momentos más bajos. No entiende el porqué cómo una simple acción se volvió una obsesión para su persona.

Porque si, cada beso que obtiene del contrario es como una poción de amor que lo mantiene enganchado sin posibilidades de escapar y no pretende huir tampoco.  Era como si estuviera hechizado y aunque no estuviera bajo ningún hechizo, él cree, que seguiría sintiéndose de esa forma.

El es Psique, era aquella diosa que revivió por un beso por Eros. Ellos son aquellos dioses del olimpo que lucharon sin cesar por su amor, personas que se entregan en cuerpo y alma sin dudar, amantes perfectos, el dúo y el tándem implacables.

Farfadox es alguien fuerte, alguien imparable que no se detiene por nada y Dream, su amor, es el único que lo entiende, el único que puede consolar y verlo vulnerable.

Porque el de armadura, tal cual Psique, sólo puede sentirse bien con los besos de su amado.

Las mañanas en la pequeña cabaña siempre son tranquilas, la joven pareja suele quedarse en la cama en brazos del otro sin preocuparse por nada. Adoran los momentos así y no quieren cambiarlo por nada.

Los dos estaban despiertos disfrutando el silencio mañanero. Dream, de vez en cuando, depositaba pequeños besos en los nudillos de su amado solo para deleitarse con las la áspera piel de este. Farfadox, adormilado, solo estaba disfrutando los pequeños mimos recibidos y haciendo lo imposible para no volver a dormirse.

Como dije, los besos de Dream siempre lo calman...

–Gorda... – la voz ronca del argentino retumbó por la habitación – Deja de abrazarme que me duermo y Rich me va a matar si llego tarde a nuestra juntada, sabes como se pone el mugriento cuando no cumplis con una promesa. Te escribe hilos el hijo de puta.-

El rubio oscuro solo carcajeo levemente pero no se alejó del contrario, es más, se aferró aún más para la desgracia del argento.

– ¿Podríamos quedarnos un rato más en la cama? Hace frío y no quiero salgas de la cama... – preguntó en un susurro Dream mientras escondía su rostro en el cuello del otro solo para depositar algunos besos en aquella zona.

Un silencio cómodo inundó la habitación, solo la respiración de los dos enamorados se escuchaba. Es un momento tranquilo, en donde solo la paz, la tranquilidad y la calidez de estar en los brazos del otro era lo único que importaba.

–Bueno... – luego de unos momentos pronunció Farfadox – Me quedo pero solo un rato. ¿Entendiste? – murmuró mientras con una de sus manos acariciaba los mechones rubios oscuros.

– Si, te prometo que serán solo unos momentos... – susurro en respuesta Dream mientras suspiraba por las caricias proporcionadas, pareciendo un gato por la forma que se entregaba ante el mínimo contacto.

Los dos, luego de unos largos segundos, cerraron sus ojos disfrutando el momento y la calidez del contrario solo para dormirse nuevamente. Se amaban, eso era algo obvio de decir, pero no está de más repetirlo de vez en cuando.

Las mañanas en la pequeña cabaña suelen ser tranquilas y perfectas, en donde nadie molesta o incomoda a la pequeña pareja en sus momentos más íntimos. Ellos saben que se tienen uno al otro, saben que solo son ellos contra el mundo y los únicos que defienden el amor mutuo que sienten, por eso son perfectos.

Para la desgracia de Farfa no iba a lograr llegar a lo prometido con su amigo solo porque decidió dormir nuevamente en brazos de su Gorda. Ya cuando se despierte al mediodía, va encontrarse con hilo en Twitter exponiendolo y el autor iba a ser su amigo, Rich.

Porque Farfadox, tal como la Diosa Psique, no pudo evitar aferrarse en los brazos de su amado y empaparse por el amor ofrecido. 

LovelyStar.