Brecha [ABO]

Capítulo 30: No puedo forzarlo

El cumpleaños de Sheng Li es a mediados de abril, empezó pronto la escuela, unos tres meses más joven que Zuo Chi, y es un ardiente y apasionado Aries.

Antes, Zuo Chi pensaba con mucha antelación qué enviarle. No podía enviarle nada demasiado superficial, porque Sheng Li se pondría triste, ni nada demasiado caro, porque temía que Sheng Li le diera demasiadas vueltas. Ahora ya no tenía tantas preocupaciones, sólo temía que Sheng Li no aceptara su regalo.

Después de pensarlo, compró un tocadiscos de vinilo de calidad profesional y lo colocó en la sala de estar, luego sacó unas docenas de discos de vinilo de acuerdo con las preferencias auditivas de Sheng Li. Algunos discos de clásicos antiguos eran difíciles de encontrar y anduvo preguntando a mucha gente para conseguirlos a un alto precio.

No tenía intención de regalarlos ni miedo al rechazo. Aún estaba deseando ver la cara que pondría Sheng Li cuando se enterara del regalo, pero Sheng Li había pasado muy poco tiempo en casa en los últimos días, llegando tarde todos los días y sin poder quedar con él.

Dos días antes del cumpleaños de Sheng Li, Zuo Chi entró en el bache mensual al que se enfrenta. Los efectos del tratamiento inicial empezaban a notarse, ya que le habían inyectado supresores y otros medicamentos recetados por el médico, las glándulas no le dolían tanto como de costumbre y sus niveles de calor y feromonas estaban bajo control.

El día de su cumpleaños, un día entre semana y el último día de celo de Zuo Chi, estaba en la cama después de una videoconferencia, echándose una siesta, cuando le despertó el ruido de la puerta al abrirse, el sonido desordenado de pasos y la evidente entrada de más de una persona.

"¿Dónde está el vino?"

"Qué prisa, el camarero lo está moviendo".

"Llamé a la persona a cargo, la entrega del pastel está en camino."

"¿Está Zuo Chi en casa?"

La voz de Sheng Li: "No lo sé".

"Jajajajajajaja, ¿no es Zuo Chi un adicto al trabajo, debe estar haciendo horas extras a estas horas?".

"¿Y tú prometido no va a venir pronto a casa por su cumpleaños?".

"Tch, vamos a decirte que no menciones a ningún prometido y molestes al joven Sheng".

Zuo Ji agarró la manija de la puerta, originalmente quería salir a saludar, al oírlos hablar de sí mismos, este movimiento se convirtió en algo inapropiado.

No sé quién vio el tocadiscos de vinilo: "Eh, Sheng Li, has comprado uno de estos, dónde está el disco, déjame probar el sonido".

Zuo Chi no oyó la respuesta de Sheng Li, pero al cabo de un rato, sonó una música, una canción de rock, que era perfecta para conducir el ambiente.

Abajo había una fiesta, con risas de hombres y mujeres, y estaba muy animada. Los botelleros estaban llenos de vino, las fuentes de varias capas estaban repletas de postres y fruta, y Sheng Li había invitado a un chef de un hotel de cinco estrellas para que cocinara comida occidental.

En cambio, el dormitorio de Zuo Chi parecía excepcionalmente frío. Sheng Li no le había dicho que celebraría una fiesta en su casa, de lo contrario habría encontrado otro lugar donde pasar su periodo.

Se cambió de ropa, se inyectó un supresor y se puso tres parches protectores en la nuca para evitar los efectos de las fluctuaciones de feromonas Alfa y Omega, antes de abrir la puerta de un empujón.

"Zuo Chi, aquí estás". Una chica con el pelo teñido de rojo le saludó, levantando el vaso de vino que tenía en la mano.

"Louise", dijo Zuo Ji, cogiendo un vaso de vino limpio de una mesa cercana y aceptando un vaso de zumo de uva.