Con los cuidados que Fay le había enviado por mensaje se sentía mejor, el domingo había Sido muy aburrido hasta que su enfermera personal le envío una fotografía con su hermano comiendo una paleta después de haber sido atendido por ella. Se veía tan tierno que Becky no pudo evitar reír en voz alta y mandar todas sus tareas al olvido; se la pasó hablando por teléfono con la tailandesa quien le contó sobre su cita con el amigo japonés y como el mal olor bucal arruinó todas sus expectativas de una vida a su lado.
Rebecca no solía ser muy buena haciendo amigos pero la facilidad con la que podía contarle cosas de su infancia a Fay la dejó sorprendida: le contó sobre su primera pelea en la escuela y sobre su primer novio porque la extranjera parecía no tener mucha experiencia en el tema del amor.
Las chicas se despidieron cuando el sol comenzó a ocultarse, Becky se acercó a la ventana de su habitación y a lo lejos vislumbró el edificio al que mañana volvería gustosa. En su rostro se formó una sonrisa tímida al recordar a la profesora que la había ayudado la noche anterior, tenía que agradecerle y de nuevo intentar acercarse a ella porque su olor la había relajado lo suficiente para dormir profundamente.
Antes de ir a dormir recibió la visita de sus amigas: —Veo que sigues intacta, Becca— su amiga Erin la abrazó con fuerza haciendo que Becky se quejara
—Dejala en paz, la vas a romper— Camille siempre estaba allí para evitar una desgracia, por eso era la mamá del grupo y a pesar de ser de la misma edad de Becky era muy madura.
Las chicas se lanzaron al sillón de Rebecca para pedirles detalles sobre sus aventuras de la noche anterior mientras una película se reproducía en el televisor. Camille puso toda su atención en su amiga mientras relataba cómo aquel hombre quiso tocarla en lugares indebidos y Erin ya estaba gritando groserías contra aquel cerdo.
—Debo admitir que ahora tus experiencias pasadas te salvaron de una grande, Bec— las chicas seguían hablando de cómo el boxeo salvó a Becky
Ella se quedó ajena a la conversación y se concentró en la película: —Hubo algo más, verdad Rebecca, dilo...— el cuerpo de la chica se tensó
—Tengo unos cuantos golpes y ayer me arreglaron la ceja—señaló ese detalle, no quería contarles a sus amigas sobre sus problemas en casa o la fantasía que estaba comenzando a tener con su profesora
Las amigas de Bec sonrieron y la abrazaron: —No dejaremos que volver a ver a tus papás te afecte, Richie me dijo que se fueron después de tomar unas copas de vino—
Becky había olvidado ese pequeño detalle: ahora su mejor amiga y su gemelo eran algo así como una pareja: —No quiero hablar de eso porque ya lloré lo suficiente anoche— Camille se acercó a Becca y limpió una lágrima que resbalaba de su mejilla.
Camille notó de pronto unas notas de perfume en la blusa de su amiga: —¿Cambiaste de perfume? Hueles a vainilla y Jasmin...—
Un sonrojo apareció en las mejillas de Becky pero lo ocultó rápidamente: —¿Conoces el nombre del perfume? Lo encontré en casa de mi madre...—
—Por eso apestas Rebecca—Erin se comió aquella mentira pero Camille la miraba con seriedad
—¿A quien viste hoy Rebecca?—sería difícil salir de ello— queremos detalles y debo decirte que estoy sorprendida que la chica huela a eso, podría ser un Micallef; definitivamente hueles a mujer independiente, exitosa y rica; algo que claramente no es tu tipo—la chica sonrió al escuchar aquello
—Te prometo que te diré si algo pasa pero por ahora no hay nadie, sabes que me gusta causar una mala impresión en casa de mi madre y ahora algunos frascos de perfume se me rompieron en el baño— el rostro travieso de Rebecca convenció a su amiga
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Extracurricular ┊Freenbecky ┊
FanfictionLa chica popular ya no podía reprobar materias porque su permanencia en la universidad peligraba y sus padres no querían tenerla de vuelta en casa, era el caos andante: peleas callejeras, fiestas sin control y amigos extranjeros que solo la buscaban...