Había llegado el último día del viaje a Nueva York, la pareja ya se había hecho a la idea de separarse. Rebecca estaba revisando de nuevo a qué hora salía su avión para poder estar a tiempo en el aeropuerto.
Según sus itinerarios estar con dos horas de anticipación bastaba pero como Rebecca odiaba comprar los boletos en línea por problemas que había tenido en el pasado con sus datos decidieron llegar antes.
Las chicas salieron del edificio que les dio un lugar a donde dormir, mientras Sarocha hacía entrega de la llave Becky se dedicó a parar un taxi sin éxito: no era tan fácil como lo hacían ver en las películas.
Freen llegó a su lado, tomó su mano y la ayudó con la encomienda, por mala y buena suerte el tráfico aumentó y un taxi vacío les enseñó las luces para ser abordado.
Las chicas subieron al auto y le dijeron al conductor que iban al aeropuerto, el ruido en el estómago de Becky hizo sonreír a Freen quien sacó de su bolso de mano un termo con té
—¡Dios, te amo! Eres mi salvadora— la menor sonrió
—No es todo cariño— la tailandesa le entregó unas galletas
Becky dejó un beso en la mejilla de Freen bajo la incómoda mirada del conductor del taxi. El taxi avanzaba lentamente por las calles de Nueva York, atrapado en el tráfico de la mañana.
Las primeras luces del día iluminaban la ciudad, mientras el conductor maniobraba hábilmente entre los autos, bicicletas y peatones. Becky y Freen observaban el bullicio de la ciudad que parecía nunca dormir.
Becky miraba por la ventana, viendo cómo la gente comenzaba su día. Los vendedores ambulantes instalaban sus puestos, algunas personas con traje caminaban rápidamente y los turistas se detenían para tomar fotografías de los icónicos rascacielos. Sentía una mezcla de emociones: la excitación de un nuevo comienzo y la tristeza de dejar atrás la ciudad.
Freen, a su lado, sostenía su mano con fuerza. Estaba pensativa, con la mirada fija en el horizonte. Sabía que su viaje a Nueva York había sido una experiencia increíble, pero también estaba ansiosa por regresar a casa para poder ver de nuevo a su madre y volver a trabajar de nuevo en el caso del doctor Torres .
—No puedo creer que estemos yendo al aeropuerto ya —dijo Becky, rompiendo el silencio.
Freen sonrió débilmente y apretó su mano un poco más.
—Lo sé. Parece que fue ayer cuando llegamos aquí. Este viaje ha sido muy lindo y relajante.
Becky asintió y apoyó la cabeza en el hombro de Freen.
—Voy a extrañar esta ciudad y más que nada a ti, amor.
Freen suspiró, sabiendo exactamente a qué se refería Becky. Su relación había sido puesta a prueba en muchas maneras, y el estrés de la distancia había sido uno de los mayores desafíos.
—Lo sé, Becky. Pero hemos pasado por tanto juntas. Si podemos superar esto, creo que podemos superar cualquier cosa. Además, ya casi termina el semestre y podrás venir a visitarme o podemos organizar un viaje juntas.
El taxi finalmente salió del denso tráfico y se dirigió hacia el aeropuerto. Las luces de la terminal se hacían más visibles a medida que se acercaban, y la sensación de partida se hacía más real. Becky levantó la vista y miró a Freen a los ojos, buscando el mismo consuelo y determinación que siempre encontraba en su mirada.
—Te amo, Freen.
Freen sonrió, una sonrisa llena de amor y esperanza.
—Te amo también, Becky.
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Extracurricular ┊Freenbecky ┊
FanficLa chica popular ya no podía reprobar materias porque su permanencia en la universidad peligraba y sus padres no querían tenerla de vuelta en casa, era el caos andante: peleas callejeras, fiestas sin control y amigos extranjeros que solo la buscaban...