XXIII.

4.2K 362 84
                                    

El viernes había llegado y Becky se sentía de maravilla gracias a los medicamentos, la comida, el descanso y la terapia. En ese lugar le confiscaban todo así a excepción de una hora con su celular por lo que no sabía del mundo exterior en su totalidad; ese día por ejemplo le sorprendió toparse a la hora de la comida con un cielo de color gris.

Llevaba varios días internada tras su accidente y la sobredosis. Por suerte no tuvo complicaciones más allá de golpes y unos cuantos raspones en su cuerpo. Ella quería entender a qué se refería Richie con tocar fondo pero más allá de ese motivo tan estúpido necesitaba advertirle a Freen que la gente se había enterado de lo suyo si es que aún existía una relación.

Le habían dado permiso a Rebecca para andar por el hospital pero debía caminar con su suero, ya tenía permiso para comer cosas sólidas sin grasa. Saludó a algunos de las enfermeras y decidió bajar a la cafetería para comer algo mejor que la comida de la clínica.

Cuando llegó le dijeron que no había servicio porque la máquina de café no funcionaba pero que la cafetería del edificio contiguo que era la clínica de especialidades estaba funcionando sin problemas.

La chica caminó acompañada para pasar la puerta donde había un hombre alto vestido con un traje muy apretado.

-Tiene permiso para salir, yo la acompañaré

El hombre la dejó pasar mientras la chica de la cafetería parloteaba sobre el clima y las piedras del piso. Rebecca sonreía por cortesía pero quería estar a solas. Cuando llegaron a la puerta automática la paciente se volteó

-Quiero estar sola, sé cómo regresar, por favor- pidió haciendo un rostro tierno que la vendedora no pudo ignorar

-Bien, solo no te metas en problemas o vendrán por ti

Becky asintió y agradeció cuando ingresó al hospital y el aroma a café llenó sus fosas nasales. Tenía antojo de una galleta, un té y tal vez algo más fuerte para que su estómago dejara de gruñir.

La chica se encaminó a la barra para ordenar algo, la señorita que atendía la cafetería era muy amable con la familia que estaba adelante de Rebecca. La chica se dedicó a leer en silencio el menú y en su mente anotó lo que quería, la familia se retiró y Becky comenzó a dictar su orden a la chica que servía el café

-Hola linda ¿que te doy?- le gustaba que no la mirara con lastima al ver su suero

-Quiero una galleta de amaranto, un jugo de naranja y una ensalada con pollo- estiró el billete que llevaba en su mano

La chica le dedicó una sonrisa y le dijo que esperara al otro lado donde entregaban los pedidos. Becky asintió y se dirigió al otro lado, comenzó a observar a toda la gente que entraba y salía de esa parte del hospital, mientras esperaba sintió cosquillas en sus manos y un poco de opresión en su pecho. Entonces recordó lo que estaba aprendiendo en la terapia

Flashback

El aroma a incienso y música suave llenaban la pequeña sala donde se celebraba la terapia grupal. Un grupo de ocho personas se encontraba sentada sillas cómodas. Becky estaba rodeada de extraños que compartían sus luchas internas. A pesar de estar rodeada, en ese momento se sentía muy sola, perdida en sus pensamientos.

La habitación estaba impregnada de un silencio tenso mientras esperaban el inicio de la sesión, así que para distraerse se dedicó a observar las caras ansiosas y preocupadas que la rodeaban, preguntándose si todos compartían los mismos temores.

El reloj marcó la hora de la terapia y por la puerta entraron desfilando tres personas que usaban bata, la doctora Nam y otras personas a las que Becky no reconoció

Extracurricular ┊Freenbecky ┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora