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Extra. Derrumbe

El teléfono suena mientras el doctor Torres camina sin sentido por aquellas calles de mala muerte, se ha quedado sin dinero para pagar la noche en el hotel y además ayer lo golpearon sus clientes por no llegar con las pastillas suficientes.

Sabe que todo eso es una conspiración en su contra, desde que sucedió el asunto de Richie el doctor había estado perdiendo clientes y sus compañeras enfermeras lo veían con asco, tal vez se habían enterado de sus sentimientos hacia su paciente y aunque estaba mal él quería que Rebecca lo amara.

El hombre recuerda que debe atender la llamada, esa noche por fin haría su movimiento así que devuelve la llamada al número en su pantalla

-¡Eres un hijo de puta!

Claramente el señor Armstrong no se encontraba feliz

-¿Qué?

-¡Idiota! No queda nada de los Chankimha aquí, al parecer Sarocha fue muy astuta y decidió esconderse fuera de su país

-¿Y el buffet?

-Los corruptos de aquí lo absorbieron, no dejaron nada

-Las deudas fueron pagadas- fue lo único que dijo la señora Armstrong - espero que puedas arruinar la fiesta de mi hija o definitivamente estás fuera de esto, Torres

La llamada se terminó con esa última amenaza, los señores Armstrong regresarían derrotados de Tailandia, la mujer no mentía cuando les dijo que en su país establecerse como un abogado era de las tareas más díficiles

-¿Y ahora qué haremos?

-Tendremos que prepararnos para el juicio, Robert- la señora Armstrong no se dejaría caer tan pronto pero tenían que prevenirse

-Tal vez podríamos hacer algo más- el padre de Rebecca tenía aun una idea antes de retirarse por completo

-¿Qué?

-Buscar a la familia de Yong, podríamos negociar con ellos para quitar la denuncia en contra de Richard

Tal vez era jugar más sucio de lo que ya lo estaban haciendo pero no podían dejar que un Armstrong pisara la carcel así que salieron nuevamente de la habitación del hotel tirando otro teléfono desechable. No obstante. como principiantes en un país tercermundista no se dieron cuenta que el enemigo estaba buscando un momento de debilidad para atacar

-Afirmativo, señor

Otra llamada se estaba haciendo hasta Estados Unidos. Un hombre alto que fingía ser cartero vigilaba desde la recepción los movimientos de los abogados ingleses e informaba en tiempo real sus avances al señor Prescott

-Intenta obtener información y no los vigiles tan cerca, solo encuentros casuales

-Está bien señor

Los señores Armstrong habían salido de aquel hotel de quinta y estaban esperando un taxi, ese viaje había sido el más denigrante. Los abogados tuvieron que darle una propina muy alta al valet para que los dejara estacionar frente a la puerta

Robert tenía una dirección proporcionda por Richie así que tal vez no todo estaba perdido, sobornar era de las cosas que mejor sabían hacer así que el plan era sencillo. No obstante, los ingleses no contaban con que algunas personas sabían de su llegada al país.

El tráfico de Bangkok los detuvo un momento, momento que sirvió para darse cuenta que ese viaje había sido una perdida de tiempo

-¿Y que hacemos aquí Robert? Deberíamos estar preparando la defensa de Richard o al menos deberíamos saber que hacen nuestros hijos