|•Soft Cheeks, Strong Feelings•| [Blue Lock Fic]

~Chapter 7~

Estaba yendo y viniendo, de un lado para el otro, preguntaba a mi hermano que necesitaba y a Anri también, preparaba café para todos y ayudaba en lo que me pedían. El caos de temprano a la mañana había terminado luego de haber tenido una pequeña conversación con mi hermano que era, básicamente, una batalla contra su terquedad. Estaba dando mi cien porciento de mi energía en esto, tenía papeleo que me había quedado de ayer y al terminarlo ayudé a Anri con parte de los inversionistas, aunque el papeleo de ayer estaba relacionado con eso… Renovar términos con los inversionistas fijos que eran parte de la Asociación de Fútbol de Japón, lo cual era firmar contratos de renovación, mientras que el otro trabajo era buscar nuevos inversionistas, ya que la infraestructura y tecnología se tragaba el presupuesto, sin embargo, ese era el trabajo más difícil, Blue Lock Project era un 50/50, no había certeza en las ganancias que alguien podía generar invirtiendo en esto, era una apuesta a ciegas dependiente de adolescentes confinados en una instalación sobre fútbol.
Me estiré en mi silla luego de haber terminado de mandar los mails y solté un suspiro cansado.

— ¿Por qué trabajar con los inversionistas es tan complicado? — Me quejé al tener que tratar con ricachones soberbios e insoportables.

— Si no lo sabes tú, menos lo voy a saber yo, que no es mi trabajo ni de cerca. — Dijo seco.— Además, es más trabajo de Anri que tuyo, haces demasiado. — Agregó mientras jugueteaba con su lapicera.

— Suertudo. — Crucé mis brazos refunfuñando. — Tú solo te encargas de ver el desempeño de unos adolescentes, encerrados, en mayas apretadas y que juegan al fútbol. — Dije haciendo burla de su trabajo.

— Uno, no lo digas así que me haces ver como un degenerado o algo de eso y, dos, también es parte de tu trabajo. — Abrí y cerré mi boca, pero no pude decir nada, me dejó sin palabras porque sabía que también era verdad.

— Touche. — Dije aceptando la derrota. El simplemente rió y volvió a los monitores. — Jin, — Él hizo un ruido indicando que me escuchaba. — ¿Me recuerdas cuando empiezan los primeros partidos? — Pregunté con mi vista fija en nada en especial.

— En una hora y media, ¿qué? ¿Acaso quieres ir a ver? — Dirigí mi vista a él y simplemente elevó los hombros. — Puedes ir a ver, ya terminaste tu trabajo. — Dijo haciendo un ademán con la mano para que me pueda ir. Me despedí y fui a comer mi merienda de media mañana antes de los partidos.
Llegué al comedor y pasé por la ventana solo para encontrarme con un plato con una porción de algo que no comía hace bastante tiempo…

— ¡¿Chocotorta?! — Dije soltando un jadeo de sorpresa. — ¿Hace cuanto no comía esto? — Dije tomando el plato y mirando el postre con devoción. Me senté en la mesa más cercana y empecé a degustar la obra gastronómica maestra que por más simple que sea no le quitaría el hecho que sea de los mejores postres que alguien con un paladar indefinido y definido podría probar. Si las galletitas de chocolate estaban bañadas en leche era bastante dulce, si las bañaba en café, el amargo contrarrestaba lo dulce de la crema con dulce de leche, también estaba la de bañarlas con café con leche, era un balance no empalagoso que cambiaba un poco la textura en la boca, ya que la leche es un líquido mínimamente pesado, las últimas dos le dan un balance increíble, un postre perfectamente planeado que podía ser adaptado a muchos paladares. Di un bocado al postre perfecto frente a mí y se me derritió el paladar al notar que estaban bañadas en café. Sin duda una obra maestra hecha postre.
Mientras, escuché pasos entrando al comedor, a lo que me voltee limpiándome con una servilleta los restos de dulce en mis labios. Un cuerpo alto, formado, con un flequillo reconocible y ojos aqua marina hipnotizantes. Ladeé mi cabeza mostrando confusión al encontrarlo aquí, a momentos de tener un partido.

— ¿Necesitas algo? — Dije cortando con mi cuchara otro pedacito de postre.

— ¿Necesitaría algo de ti? — Replicó seco.