The Other Gilmore

Rory va a Chilton

Rory y Frankie Gilmore se encontraron con Lane Kim, la mejor amiga de Rory, camino a la escuela secundaria Stars Hollow una mañana fría. El trío caminó por la plaza del pueblo, charlando sobre los próximos paseos en carruajes que Stars Hollow estaba organizando, hasta que se separaron para que Frankie pudiera esperar a su mejor amiga Kayla.

Kayla y Frankie habían sido mejores amigos desde que tenían tres años. No había nada que los dos no compartieran, pero tampoco mucho que tuvieran en común fuera de la escuela. Kayla era una Gloria Steinem moderna, una guerrera ecológica y una empresaria. Tenía grandes planes para su futuro, que Frankie no tenía dudas de que se harían realidad. Frankie respetaba todo eso de Kayla, pero también apreciaba que su mejor amiga no intentara presionarla para que participara. La puerta siempre estaba abierta si quería unirse a los clubes de Kayla.

Frankie, por otro lado, era una bromista. No se tomaba en serio la escuela, como Kayla o Rory. De hecho, ella lo odiaba. Odiaba todo sobre la escuela. Pero fue porque para su madre era importante que se graduara. La verdadera razón por la que incluso entró en el edificio olvidado de Dios fue para causar el mayor caos posible en las siete horas en las que se vio obligada a estar allí. Sin embargo, una vez que sonaba la campana final, Frankie corría o andaba en patineta hacia la Escuela de Danza de la Sra. Patty.

Cuando Lorelai puso a bailar a las gemelas cuando eran jóvenes, Rory se encendió rápidamente, pero a Frankie le encantó cada parte. Le encantaba trabajar con un grupo o sola. Le encantaban los movimientos y el flujo. Le encantaba perderse en su propio mundo mientras la música se movía a través de ella, guiándola para hacer magia en la pista de baile. La Sra. Patty había sido la maestra de Frankie desde que bailaba y le había ofrecido a Frankie un puesto de maestra en el estudio cuando Frankie tenía trece años. Durante los últimos tres años, Frankie impartió clases para principiantes y ayudó a los niños y niñas que entraban al estudio a ganar confianza en su baile. Le encantaba enseñar, pero el beneficio real era poder usar el estudio después de horas para practicar una vez que todos se habían ido.

"Hola extraño." Frankie salió de su aturdimiento por la voz familiar de su mejor amiga.

"Hola, bicho raro. ¿Dónde has estado?" Frankie le preguntó a Kayla con una sonrisa, colocando su brazo sobre los hombros de la chica un poco más baja.

"Estuve haciendo carteles todo el fin de semana", dijo Kayla con un suspiro cuando entraron al edificio.

"¿Para qué?"

"Para el rally climático este fin de semana".

"Correcto." Frankie asintió, rascándose la cabeza.

Kayla ladeó la cabeza hacia su mejor amiga mientras abría su casillero. "Se te olvidó, ¿no?"

"¿Qué? ¿Yo? ¿Olvidarte de un mitin? Pfft, no".

"Lo olvidaste por completo", dijo Kayla con una sonrisa.

Hubo una pausa mientras Frankie debatía sus opciones. "Está bien, lo olvidé. ¿Pero puedes culparme? Hubo tres mítines el fin de semana pasado".

"Frank, está bien. El rally este fin de semana es en Nueva York. No espero que vengas".

Frankie respiró aliviado y se recostó contra el frío metal de los casilleros. "Oh, gracias a Dios. Si estuviera más cerca, estaría allí. Pero tengo que ensayar todo el fin de semana para el showcase".

"Oh, sí. ¿Cómo va eso?"

"Bien. La Sra. Patty piensa que la pieza va a ser buena".

"¿Y, qué piensas?" Kayla preguntó mientras cerraba la puerta de su casillero.