The Other Gilmore

Maratón de baile

Maratón de Baile 24 Horas. Un evento benéfico anual que tiene lugar en Stars Hollow. Frankie había participado todos los años desde la secundaria. El café y las bebidas energéticas eran su sustento para el maratón, pero nunca había ganado. A ella no le importaba, pero siempre le molestaba que terminaría quedándose dormida, sin importar lo mucho que intentara no hacerlo. Este es mi año, pensó mientras caminaba hacia la casa de Luke.

"¿Necesitas algo, Frankie?" Luke preguntó con una leve sonrisa mientras ella se sentaba en un taburete.

"¡Café por favor!"

"Sabes que el café frena tu crecimiento, ¿verdad?" Se apoyó contra el mostrador, un brillo en sus ojos.

"Menos mal que ya no estoy creciendo", respondió ella, con la misma sonrisa traviesa grabada en su rostro.

Se rió entre dientes y se volvió, agarrando una taza y llenándola con café justo cuando Jess apareció detrás de la chica.

"¿Podemos hablar?"

"¡Jesús!" ella gritó, colocando una mano sobre su palpitante corazón. "¡Jess, me asustaste muchísimo!" Frankie golpeó ligeramente su brazo, recibiendo una carcajada del chico.

"Lo siento, lo siento." Se inclinó y la besó en la mejilla, luego se sentó en el taburete junto a ella. "¿Entonces?"

"¿Entonces, que?" preguntó Frankie, tomando un sorbo de su taza y mirando a Jess por encima del borde.

"¿Podemos hablar?"

"Eso depende. ¿Estás rompiendo conmigo?"

"¿Qué?" exclamó Jess, confundido. "¡No! ¿Por qué me preguntas eso?"

Franky se encogió de hombros. "Cuando las personas dicen 'podemos hablar' con su pareja, por lo general significa que están rompiendo con ellos".

Jess puso los ojos en blanco juguetonamente. "Eres ridícula. No, no voy a romper contigo. Solo quería decirte por qué he estado distante".

"Ah, entonces sí". Frankie giró su cuerpo para quedar completamente frente a su novio.

Jess murmuró por lo bajo, y tuvo que esforzarse para escuchar cualquier cosa que él dijera. "¿Eh?"

"Trabajo en Wal-Mart".

La chica frunció el ceño, confundida. "¿Trabajas en Wal-Mart?"

"Sí."

Ella inclinó la cabeza hacia un lado, tratando de comprender su declaración. "Usted trabaja en Wal-Mart".

"Sí."

"¿Es por eso que has estado distante?"

"Sí."

"¿Porque trabajas en Wal-Mart?"

"No tienes que seguir diciéndolo", resopló Jess, cruzando los brazos sobre el pecho.

"Estoy confundida. ¿Has estado distante porque trabajas en Wal-Mart?"

"He estado distante porque no quería que lo supieras".

La expresión de Frankie se suavizó y se inclinó hacia adelante, besando sus labios. "Impresionante, bebé, ¿por qué?"

Jess se encogió de hombros, con un leve puchero en los labios. Frankie se rió al verlo, agarró su rostro y lo besó de nuevo. "Gracias por decírmelo."

El chico asintió y envolvió sus brazos alrededor de su cintura. "¿Estamos bien?"

"Estamos bien." Mientras le pasaba los brazos por el cuello, se le ocurrió una idea. "Tal vez no tan bien después de escuchar mi idea".