toxic love

7.7K 293 8
                                    

Sumario: Draco nació y vivió en Inglaterra, pero sus padres lo enviaron a Beauxbatons, colegio ubicado en el Sur de Francia según Internet, por ende, creció empapado de la cultura de ahí. Hay una leve mención sobre eso, pequeñísima.
También hay mención sobre la Demisexualidad. Sé que seguramente en el mundo mágico no habría tal cosa como las orientaciones sexuales, pero quería incluirlo porque en mi mente, Draco es demisexual, además de que yo también lo soy.

Breve definición de demisexualidad sacada de Google: Falta de atracción sexual hacia los demás sin una fuerte conexión emocional.

Si quieren saber más, pueden buscar en Internet tranquilamente, hay muchísima información. Incluso hay grupos en Facebook. Yo misma estoy en algunos.

Me extendí demasiado, perdón. Eso es todo, ¡que disfruten!

//Alerta de escena +18// Si no te agrada este tipo de lectura, podes pasarla hasta el próximo corte después de este.

Camila.

■■■■■■■■■■

Luego de haber caminado por el largo camino de bienvenida, que parecía estar infestado de flores, plantas y todo tipo de maleza, por fin llegaron a la pequeña cabaña en la que Draco se estaba quedando, que de pequeña no tenía nada si era sincero y Tom estaba ansioso por sacar a relucir la conversación que había escuchado sin proponerselo, pero sin sentirse ni un poco culpable, del heredero Malfoy y Pansy Parkinson, la mejor amiga del menor.

—Escuché la conversación que tuviste con Parkinson—. Confesó Tom cuando el rubio terminó de quitarse el abrigo.

Riddle observó como Draco se tensaba levemente para luego relajarse con un suspiro apenas perceptible. El mago pelinegro tomó asiento en el sillón más largo de la sala, luego de también quitarse el saco del traje y pasárselo a Draco.

—¿Qué parte de la conversación?—. Preguntó sonando bastante curioso.

—Todo—.

Respondió con simpleza, aunque por dentro estaba impaciente por escuchar a su príncipe confirmar lo que había escuchado.

—Lo que le dije a Pansy es cierto. Tú me encantas. Demasiado para mí propio bien—. Aclaró Draco claramente viendo a través de su máscara de desinterés.

—Pero también has dicho que te hice daño; ¿y si lo hago de nuevo?—.

Draco le regaló una media sonrisa y se acercó a él, dejándose caer sobre su regazo. Ambas piernas arrodilladas a cada lado de Tom y todavía con esa bonita sonrisa que suavizaba todo su rostro, Draco comenzó a desatar con manos ágiles y finas el nudo de la corbata que Tom vestía.

—Te di una oportunidad arriesgándome a que puedas terminar de destrozarme o a que intentes sanarme. Decidir cuál de los dos quieres hacer ya está en ti, cariño—.

Escucharlo decir aquello hacía que una extraña sensación subiera por su pecho hasta su garganta, presionando allí como si quisiera cortarle el paso al oxígeno.

—¿Y qué si el que decide alejarse ahora eres tú?—.

Esa pregunta parecía estar carcomiendolo por dentro y no pudo evitar que la incertidumbre se filtrara en su voz.

Draco soltó una risita sarcástica. A Tom no le agradaba aquella risa.

—Eso no pasará, Tom. Ni ahora ni en 10 o en 30 años. ¿No te das cuenta que estoy jodida y completamente enamorado de ti?—. Cuestionó con amargura. —Prácticamente te estoy dejando mi corazón en tus manos para que puedas hacer con el lo que se te antoje—.

DratomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora