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Mamá:Está bien cariño

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Mamá:
Está bien cariño.
En casa está todo bien, no te preocupes. Descansa, te amo.

Adentrarse al departamento de su vecino fue más raro de lo que pensó, no había caído en cuenta de lo peligroso que podía llegar a ser hasta que estuvo dentro. El lugar era pequeño y oscuro, como la casa de un maldito secuestrador. Por alguna razón no le sorprendió que sea donde Toji vivía. En su mente, él era igual a un ermitaño.

— En realidad no me gusta la cerveza.— confeso tomando asiento en el sofá, mientras Toji dejó caer el paquete de six pack sobre la mesita frente a ella y alzó una ceja.

— Te vi la semana pasada balanceándote por las escaleras del edificio, estabas hasta el culo de borracha.—

— Prefiero el Vodka.— se apartó un poco cuando lo vio tomar asiento a su lado.

El señor Fushiguro era tan grande como un oso de montaña, espalda amplia y fuertes músculos. Atractivo a la vista. Sin embargo, su mera presencia emanaba un aura intimidante que la hacía sentir que, si por alguna razón, tan solo rozara su figura con la punta de los dedos, desencadenaría una extraña tensión y todo terminaría en caos.

— Joder ¿Eres una niña rica? —

— No me agrada el sabor de la cerveza, si algo no me gusta simplemente no lo tomo y ya.— él sonrió viendo el agua escurrir por su lata de cerveza.

— Interesante.—

Aparte del sonido de su garganta al dejar pasar la bebida, toda la casa permanecía en silencio. Yura ya no sentía el frío calando sus huesos; parecía como si el mundo se hubiera detenido por un momento y los problemas de allá afuera no podían pasar por esa puerta.

Era como haber entrado a otro mundo para ella.

— ¿Vive aquí solo señor Fushiguro? —

— ¿Fumas? — esquivó la pregunta extendiendo un cigarro de su cajetilla. Yura se lo quedo viendo por un rato con desconfianza, había notado que evadió su pregunta pero decidió no darle importancia.

— En realidad no se fumar solo lo hice una vez.— tomó el cigarro entre sus dedos y lo encendió, le dio una larga calada sintiendo el gusto del humo al quemar su garganta y entrar a sus pulmones para luego ser liberado de la misma forma que se liberaba una molesta carga.

— Lo haces bien para haber fumado solos una vez.—

— Esto es... — intentó buscar la palabra adecuada para lo que sentía. — Relajante.—

— Pareces de las personas propensas a volverse adictas a las sensaciones.—

— ¿Por qué lo dice? — Toji llevo sus dedos cerca de sus labios, colocando apenas el cigarrillo en ellos, echó una pequeña vista desinteresada a la chica.

Fuzzy Destiny  | Toji Fushiguro | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora