En donde Yura atrapada en una dinámica familiar disfuncional, se ve envuelta en una relación apasionada con su misterioso vecino, Toji Fushiguro. En medio de una relación marcada por la pasión y la disfuncionalidad, Yura y Toji se sumergen en un tor...
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No recordaba con exactitud en qué momento se había quedado dormida. Se supone que permanecería despierta durante la noche para velar el sueño de Toji, quien después de sufrir un rato por el dolor fue derrotado por el cansancio y cayó dormido. Al final ella tampoco pudo ir en contra de sus pesados párpados y lo que consideró cerrar los ojos solo por un momento la llevó a caer dormida. Pero no paso más de una hora cuando el movimiento de la cama la despertó asustada.
— No te muevas, por favor.—
— Solo voy a tomar un poco de agua.— estiró su cuerpo para alcanzar la botella de agua que estaba en la mesa de noche. — Créeme estoy bien, me han dejado mucho peor que esto.—
La medicina combinada con el dolor provocaba que su cuerpo se sintiera agotado, las sustancias químicas de las múltiples medicinas que se administró lo mantenían en un estado somnoliento, sintiendo mucho más sueño del que normalmente sentía, estaba muy drogado y anestesiado.
Si no fuera por su actitud de mierda le agradecería mucho a esa niña que le ayudo a llegar a la cama e hizo todo el trabajo de enfermera por él. Si no fuera por ella seguramente estuviera durmiendo en el suelo con unas vendas mal colocadas.
A todo eso le hecho un vistazo rápido a Yura por primera vez en todo el movimiento de la noche, antes ni siquiera se había fijado en qué ropa estaba usando, pero por el maquillaje, el collar dorado y el bonito vestido que usaba se hizo una idea de a donde había estado.
— ¿Saliste de fiesta? — un breve recuerdo del sonido de los tacones correr hacia él había vuelto a su cabeza. — Pareces una prostituta con el labial corrido.— Yura se limpió disimuladamente el dorso del labio. — ¿Quién fue? ¿El mismo tipo de hace dos semanas? — la muchacha puso los ojos en blanco y Toji sonrió con disimulo.
— No está corrido por que me haya besado con alguien, fue en el transcurso de la noche.—
Que mentirosa.
— Sí, claro.— sonrió.
— Supongo que ya estas mejor, entonces me iré.— se levantó de su asiento dispuesta a dar por terminado sus servicios de cuidadora que obviamente él no estaba apreciando.
— Querida.— detuvo su marcha — Te cobraré el favor que te hice la otra vez, quédate aquí esta noche y por la mañana prepara algo de desayuno. No dejarías solo a un hombre apuñalado, ¿verdad? —
Estaba jodiendola totalmente.
La forma en la que pedía el favor por alguna razón parecía una especie de orden "Quédate y hazme el desayuno" como si ella fuera algún tipo de sirvienta personal, y ella no hiba a permitir eso, esa era una regla que había establecido para sí misma: no permitiría que alguien la tratara igual que tratan a su madre.
— No.— dijo firme.
— ¿No? —
La voz tan cuestionable con la que Toji le pregunto fue casi como si él supiera que no estaba hablando enserio. Yura tomó una gran bocanada de aire y pidió al cielo mucha paciencia. Había hecho un trato y ahora tenía que pagarlo.
