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Nota: Comenten o me deprimo.

— Vaya ¿Vives aquí solo? —

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— Vaya ¿Vives aquí solo? —

Sus ojos se pasearon por todo el departamento admirando cada detalle de este. Era más grande que el suyo e incluso más grande que el departamento promedio que alguien de 18 años pudiera conseguir en Japón.

Era amplio y moderno, con paredes blancas y un piso de mármol reluciente. Los grandes ventanales ofrecían una vista panorámica de la ciudad. Estaba segura de que, al igual que se veía impresionante por la noche, también lo sería durante el día.

— Seh.— respondió mientras recogía unas latas de energizarte — Antes vivía con Suguru pero eso fue cuando tenía 16 años.—

No podía dejar de admirar lo bonito que era el lugar. Todo estaba muy bien ordenado, quizás no era perfecto, pero sí mucho mejor de lo que había imaginado. Seguramente, vivir solo hacía que las cosas ocuparan menos espacio y fuera más fácil mantener todo en orden.

— Te independizaste muy joven.—

— Es que había discutido con mi padre y me fui de casa en un arrebato.— se rió de aquello.

Vaya, lo había hecho sonar tan fácil.

No pudo evitar sentir algo de envidia, Satoru no solo tenía la valentía suficiente para hacerse a un lado si algo no le gustaba, sino que también tenía el dinero necesario para irse de casa sin pensarlo mucho. Algo que a ella le estaba costando tanto por más que se esforzaba.

— A los 16 ¿eh? — tomó asiento en el mullido sofá blanco — Al parece te va muy bien.—

El albino esbozó una sonrisa cuando la escucho decir eso, le hizo recordar sus primeros meses ahí, lo tedioso que fue toda esa temporada con su madre rogándole por que volviera a casa y su padre amenazandolo con desheredarlo.

— Al principio todo era diversión hasta que llegaron las facturas.— su voz despreocupada con un toque de diversión no dejaba ver más allá de la seriedad del asunto.— Luego de que se nos acabaron los ahorros, entramos en crisis y tuve que buscar trabajo, por suerte encontré uno de maestro de idioma por internet.—

— ¿Y ahora? — alzó una ceja cuestionándolo.

— Poco después me reconcilié con mi padre y me esta ayudando a pagar el departamento, aun que siempre me amenaza con dejar de hacerlo. De todas formas sigo dando clases de idioma y soy embajador de una marca de ropa, así que me pagan muy bien por modelarla.— le guiño un ojo.

Había una expresión de asombro en el rostro de Yura. Definitivamente habían personas que nacían bajo una buena estrella y nacían con grandes privilegios.

Una y otra vez, su mente volvía a la misma pregunta ¿Qué debería cambiar en su diario vivir para alcanzar al menos un poco de esa plenitud? Su ideal era claro y sencillo: vivir sola en un pequeño departamento y tener un trabajo que le proporcionara buen dinero, una vida cómoda y sin grandes complicaciones. Pero se sentía patética a lado de todo lo que había conseguido Satoru teniendo la misma edad.

Fuzzy Destiny  | Toji Fushiguro | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora