🥀 ATEEZ ONE-SHOTS (+18) 🥀

VAMPIRE (Wooyoung)

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Si son sensibles con el tema sangre, lean bajo su propio riesgo. Igual no hay nada muy gráfico, pero por las dudas aviso.

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Wooyoung había sido perseguido por un molesto grupo de hombres durante semanas, teniendo que conseguir escondites techados por el día para evitar la luz del sol. Afortunadamente, aquellos que lo perseguían padecían de la misma condición que él: eran vampiros.

 Todo había comenzado aquél día que cometió el grave error de dejarse pillar robando joyas de una familia poderosa, enemiga histórica de la suya, la cual iba en su búsqueda para capturarlo y, posiblemente, torturarlo. 
Luego de tanto tiempo, estaba agotado y tenía una herida en el brazo izquierdo que no había podido tratar por días y creía tener un tobillo esguinzado. Necesitaba desesperadamente un lugar para refugiarse.

Mientras huía por las calles oscuras de aquél pueblo desconocido, encontró una pequeña casa con una ventana abierta. Sin pensarlo dos veces, se deslizó hacia adentro y fue rápidamente a saquear la nevera, aunque al oír la puerta de entrada, corrió hacia la habitación principal y se escondió en el armario, hecho bolita en un rincón, por cuyas rendijas alcanzó a ver a la dueña de casa: una chica joven y bella con el pelo castaño, largo y algo ondulado, que vestía con colores tenues y caminaba como si estuviera flotando, a quien observó con atención mientras se quitaba los zapatos, el maquillaje y deshacía su peinado. En cuanto comenzó a desvestirse para cambiar su ropa de trabajo por una pijama, desvió la mirada, algo ruborizado, esperando a que fuera a alguna otra habitación para poder salir de la casa.

Repentinamente, el armario se abrió y miró horrorizado, encogiéndose en su esquina. La primera reacción de esa chica fue gritar, pero cuando se dio cuenta de que estaba herido y asustado, sólo retrocedió y tragó saliva antes de preguntar:

—¿Qué quieres...? —su voz temblaba— ¿Quién eres?

—Me llamo Wooyoung... ehm... —miró su propio brazo, cuya herida era evidente— Es largo de explicar.

—¿No vienes a robarme o a hacerme daño?

—Si quisiera hacerte daño, ya lo habría hecho... además, ya me robé la comida de tu refrigerador... Hay gente persiguiéndome y no es la policía.

La chica seguía en shock y pareció analizar seriamente toda la situación por varios segundos, sin quitar los ojos de Wooyoung.

—Entiendo... Espera aquí, voy a traer un botiquín... me llamo Seoyun.

Seoyun regresó poco después, lista para tratar el gran corte que aquél extraño muchacho tenía, el cual mostraba los primeros signos de estar por infectarse, y mientras tanto, él contó su historia, saltando algunos importantísimos detalles que, por el momento, no eran realmente relevantes para que Seoyun comprendiera la situación, como el hecho de que era un vampiro o que sus padres eran jefes de un clan, ni que aquellos a quienes había robado, también. Llegaron a un acuerdo para que él se quedara en su casa hasta que estuviera totalmente curado, cosa que no tomaría más de tres semanas, y a cambio Wooyoung se encargaría del mantenimiento de la casa.

Durante su tiempo juntos, Wooyoung y Seoyun comenzaron a conocerse mejor y, a pesar de las diferencias entre ellos, encontraron una extraña conexión. Durante el día, Wooyoung hacía las tareas del hogar mientras Seoyun iba a trabajar. Si bien regresaba agotada, siempre tenía la amabilidad y energía suficiente para revisar los vendajes de Wooyoung y contarle cómo había estado su día, mientras él prestaba suma atención, coinando la cena.