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Nos costó un esfuerzo considerable, pero al fin del día conseguimos llegar al departamento. A nuestra llegada a las murallas, nos enfrentamos a diversas dificultades: críticas de personas ignorantes, el traslado de Eren herido a la enfermería y la atención que Levi necesitaba debido a su tobillo lesionado, lo cual lo dejaría fuera de servicio por un tiempo, requiriendo reposo. En secreto, la enfermera colaboró en el cuidado de Destructor, revelándome que era un águila calva muy joven que necesitaba cuidados especiales. Me proporcionó instrucciones detalladas sobre cómo mejorar su ala y mantenerla saludable. Por ahora, había logrado mantener oculta su existencia a Levi, gracias a la discreción de Destructor y, probablemente, a la comida que le proporcioné.

Mientras Levi se sometía a su chequeo médico, decidí finalmente informarle sobre la existencia de Destructor. Sería imposible ocultarla en el camino de regreso al departamento sin que Levi se percatara, y no podía dejarlo solo en la enfermería. Estaba preocupada.

"¡Hola, Levi! ¿Cómo te sientes?", anuncié al entrar con Destructor envuelta en mi capa.

"¿Qué demonios traes en la mano, mocosa?", espetó, comenzando a enojarse.

"Es mi bebé", respondí con dulzura mientras la acariciaba.

"¿De dónde la sacaste?" Cuestionó el, intentando mantener la calma.

"Un titán la lastimó durante la misión y decidí salvarla", expliqué mientras Levi me observaba con su habitual seriedad.

"No se va a quedar en el departamento", afirmó rotundamente.

"Pero..."

"Pero nada. ¿Sabes lo difícil que es cuidar a un ave?", espetó Levi, su voz resonando con autoridad en la estancia. "No tienes tiempo, además, come semillas y las semillas son costosas, sin mencionar lo sucia que es".

"Puedo bañarla y encontraré la manera de alimentarla", repliqué con determinación. "Tú no tienes por qué preocuparte por eso".

"¿Y cuando vayamos a una misión? ¿Quién la va a cuidar?", interrogó Levi, su mirada fija en mí, buscando cualquier indicio de duda.

"Un cadete de mi elección se hará cargo", respondí sin titubear.

"¿Y en las reuniones?", prosiguió, desafiante.

"El cadete estará presente también", aseguré, manteniendo mi compostura frente a su escrutinio.

"Entonces, ¿el cadete la criará y tú no?", cuestionó Levi, su tono firme.

"Levi, ¿acaso preferirías que la abandonara para que pereciera?", repliqué, buscando desarmar su firmeza con lógica.

"No", murmuró Levi, su voz apenas un susurro cargado de resignación.

"¿Entonces?", insistí, mi mirada buscando la suya.

"(Name), solo puedes tenerla hasta que se recupere. Después de eso, debes dejar que se vaya", dictaminó Levi, su mirada se posó en Destructor con una mezcla de curiosidad y asombro. Era tan hermosa.

"Está bien... lo prometo", respondí, sintiendo el peso de su mirada sobre mí. Aunque Levi mantenía su expresión imperturbable, parecía haberse ablandado ligeramente ante mi resolución.

Paraíso Oscuro {Levi y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora