Paraíso Oscuro {Levi y Tú}

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Corría por los pasillos, un hábito que había adoptado últimamente. Toqué la puerta de su recámara, pero no obtuve respuesta. Busqué por todas partes hasta que mis ojos se posaron en él por la ventana, sin preocupaciones, cuidando de su caballo en la madrugada junto a los establos. Me acerqué corriendo por minutos para salir y dirigirme a los establos, le dije sin aire:

"TÚ, ERAS MI SUEÑO", le miré fijamente, aunque su expresión reflejaba confusión.

"¿De qué hablas? ¿Estás borracha?", sus palabras resonaron con un deje de incredulidad, y no podía culparlo.

"Nunca se trató de la empresa ni del dinero, siempre fuiste tú... Alguien en quien confiar, alguien de buen corazón. Siempre estuviste allí para cuidarme, para preocuparte por mí. Incluso cuando pinté el piso del castillo de azul, allí estabas para ayudarme a limpiarlo. Cuando alguien me grita, allí estás tú para defenderme. Si piensas que mis sueños se desvanecerán, estás ahí, dándome tu cariño incondicional, sin pedir nada a cambio. Y aún así, esperas que nadie se dé cuenta de tus buenas acciones... Finalmente lo entiendo. Siempre te preocupas por los demás, y amo eso de ti. La verdad es que amo todo sobre ti. Siempre soñé con compartir contigo lo que había logrado en esos tres años, incluso te escribí cartas. Solo quería darte los lujos que nunca tuviste, las habitaciones más limpias que nunca disfrutaste. Solo quiero verte feliz. Pero aunque suene egoísta, quiero que seas feliz... a mi lado. Mi sueño es estar contigo y hacer que funcione. Mi sueño es ayudarte a cumplir tus sueños sin recibir nada a cambio", Esas eran las palabras  que quería dedicarle, pero no podia pronunciarlas, en lugar de eso solo pude decir:

"...Te amo, Levi... No quiero pasar un día más de mi vida sin tu presencia a mi lado, quiero compartir mi ser, mi vida, mi existencia a tu lado... No quiero perder más tiempo sin ti, eres..." Suspire mientras un sollozo dejaba mis labios, jamás había sido tan abierta con mi corazón, incluso si esas no eran todas las palabras que quería dedicarle. "Tu eres, y siempre serás mi más bello sueño" Susurré palabras que fluían, alimentadas por una sinceridad que no había conocido antes.

Su rostro pasó de la sorpresa a una sonrisa cálida y hermosa que raramente se posaba en sus labios, iluminando la noche.

"¿Terminaste?", preguntó con una voz temblorosa, como si hubiera anhelado escuchar esas palabras.

Levi la miró y la miró, y supo, tan claramente como sabía que iba a morir, que la amaba más que cualquier cosa que hubiera visto o imaginado en la tierra. Ella era sólo era el eco de la hoja muerta del romance de antaño que compartieron hace dos años—pero el aún la amaba, esta (Name), hermosa, honesta y iluminada por la luz de la luna— él la amaba. Ella podría desvanecerse y marchitarse... a él no le importaba. Sabía que se quedaría a su lado sin importarle nada. Todavía se volvía loco de ternura con sólo ver su rostro.

"La verdad, no. Hay más cosas que quiero deci..." pero mis palabras se vieron interrumpidas por el suave roce de sus labios contra los míos, en un beso que parecía detener el tiempo y fundirnos en un único ser. La noche se volvió testigo de nuestro encuentro, el viento se convirtió en nuestro cómplice, y la luna derramó su luz sobre nuestra historia de amor incipiente.

Después de separarnos por la necesidad de respirar, ambos éramos un torbellino de emociones.

"También eres mi sueño... Siempre lo has sido", murmuró tímidamente. "Pero si siempre fui el tuyo, ¿por qué te fuiste?", preguntó con incredulidad.