𝘾𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 7

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⪻𝓛𝑜𝓃𝑒𝓁𝒾𝓃𝑒𝓈𝓈⪼

Febrero de 1986

Jamie Quinn había obtenido parcialmente lo que deseaba, mostrar su música al mundo y hacerse reconocido, todo parecía ir bien, sólo faltaba grabar una de las canciones de su segundo disco: "Crown of Thornes", pero ¿qué podía salir mal en la vida de un joven músico que su carrera había empezado a despegar? Después de todo lo que habían hecho para conseguir aquel primer contrato, debería sentirse feliz... pero no lo estaba, no del todo.

¿Cuál es el mayor sacrificio que debes hacer cuando estas enamorado y a la vez quieres una carrera musical? La respuesta es sencilla, debes hacer de lado tu vida personal y amorosa cuando de fama se trata. Sí, Jamie ya contaba con fanáticas y fanáticos, todos querían tener una noche con él, era extremadamente atractivo, con esos hermosos e intensos ojos azules que podían pasar por violeta, cualquier chica y chico estaba ante sus pies... incluso esa chica que él amaba y tanto lo ayudó antes de ir a Nueva York.

Solían hablar recién comenzaba todo, fue la gira que realizaron lo que los separó, Jamie estando en Japón y Melissa en Chicago, cada uno estaba en sus propios asuntos, aquella comunicación se había perdido y Jamie comenzaba a sentirse completamente solo, noches de insomnio lo azotaban, en ocasiones lloraba silenciosamente por extrañar a la que pudo ser su novia.

Componía, pero componía sobre esa tristeza de no tenerla con él, en ocasiones se preguntaba por qué no pudo optar por algo normal, si así lo hubiera hecho posiblemente ambos estarían estudiando en la misma universidad, pero no, había elegido una vida completamente distinta a la del resto de gente.

Sus pensamientos últimamente se enfocaban en Melissa, recordaba todos los lindos momentos que había tenido con ella, el cómo jugaban, veían películas pero terminaban riendo por cualquier tontería, escapaban al cine y de la casa de la familia Spencer en su motocicleta, cuando ella iba a verlos ensayar en su escuela y era la única que los apoyaba... sentía que había perdido todo eso como si de un chasquido se tratara.

No lo iba a negar, Jamie no era un santo, se había mentido con varios fans que podrían pasar por súper modelos únicamente para no sentirse solo, pero la extrañaba, en verdad lo hacía.

Hoy era una de esas noches en las que había escapado y había llevado a un muy guapo fan que conoció en un bar a un motel en dónde tuvieron un intenso sexo... sin embargo para Jamie no había significado nada, como con el resto de chicas y chicos con los que había estado.

—Imaginé por meses cómo serías en la cama pero... esto fue mejor que cualquier fantasía que haya tenido.— dijo el fan aún acelerado.

—Gracias. Supongo.— dijo fríamente el rubio.

—Jamie, ¿qué tienes?— el chico estaba acercándose a él, pues lo quería abrazar.

El rubio al percatarse de las acciones del chico inmediatamente se puso de lado, no quería verlo, ¿por qué no comprendían que no le interesaban más allá de una noche de sexo?

El fanático intentó rodearle por el abdomen, sin embargo él le alejó su brazo, dándole a entender que no quería ser tocado.

—¿No me piensas contar que tienes?— trató de hacerle plática.

—No tienes que saber mis problemas personales.— dijo cortante.

Jamie solo escuchó como él había movido las sábanas de la cama, el chico pasó varias veces frente a él para poder vestirse, sí, era lindo... pero no era su Melissa, la única persona que en verdad lo había enamorado.

—Serás muy bueno en la cama y cantando, pero eres un asco de persona.— le dijo claramente molesto, Jamie guardó silencio y vio al chico abrir la puerta y salir.

𝐉. 𝐐𝐔𝐈𝐍𝐍: 𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐈𝐅𝐄 𝐎𝐅 𝐀 𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora