Pablo y leah , El sol y la luna, se persiguen sin darse cuenta,quieren estar juntos y todos somos espectadores de la mayor tragedia del amor eterno que de vez en cuando se juntaban y creaban un hermoso eclipse
gavi fanfic¡!
No hablamos en todo el camino a parís, en ningún momento de las dos horas de viaje.
La culpa me invadía al mismo tiempo que el enojo y la tristeza, probablemente tenía los ojos rojos por haber llorado hace un rato en el suelo como un bobo, pero cuando se trata de leah, me vuelvo pequeño, indefenso.
Ayer me equivoqué, lo admito, no me debí de haber ido de la casa de esa manera cuando ella me preguntó de que si la escogería a ella o Ana, pero me asuste, realmente me asuste.
El miedo me invadió, porque no tengo dudas que quiero a Ana, pero a leah? con ella sentía una sensación difícil de explicar con palabras que con tan solo la palabra amar se hace corta y eso me asusta, porque siento que no la debería de sentir si ella es mi amiga, mi mejor amiga.
Con Ana siento todo, cariño, felicidad, comodidad, con leah, es una montaña rusa, ella me hace sentir cada emoción que alguien puede llegar a tener.
Me aferraba a la idea de que eso era lo normal porque ana es mi pareja , leah era mi amiga.
Su pregunta de ayer resonaba una y otra vez en mi cabeza por el simple hecho de que no podía creer lo poco que creía en mi, no veía todo lo que hacía por ella? Miles de veces me e peleado con Ana por anteponer a leah en mi vida, para mi ella siempre fue y siempre será a la que escogeré, no importa la hora, no importa el día, siempre será leah.
Suspiro frustrado y le mando un mensaje a Ana diciéndole que voy de camino a Francia, le comenté que vendría ayer cuando fui a su casa, no sé lo tomo tan bien, pero desde que hablé con ella por lo qué pasó en nuestro cumpleaños entendió que leah era mi mejor amiga y que iba a seguir siendo así.
Ana me manda una foto que está con sus amigas y yo sonrío a medias al ver la foto, se veía muy guapa.
Levanto la vista de mi teléfono viendo de reojo a leah que se estaba pasando la mano por los ojos como si se acabase de despertar.
Ella estuvo todo el tiempo en el baño hasta que yo me aleje de ahí al ver que no tenía intenciones de hablar conmigo, luego escuché como se fue hacia donde estaba la cama mientras yo estaba en los asientos, sin molestarla.
No entendía como hasta después de despertar se podía ver tan hermosa.
—¿podemos hablar? —le digo después de habernos quedado un largo rato en silencio
Ya era de noche, llegaríamos allá como a las 11 de la noche a paris, tenían pronóstico de tormenta , a pesar de estar en pleno verano. Los rayos sonaban y leah saltaba cada vez que escuchaba un.
Desde pequeña que siempre les tuvo miedo y yo estaba ahí para protegerla, siempre .
—ya te dije que te perdone pablo ¿de que quieres hablar?
Ahí es cuando se que no me ha perdonado, cuando me llama pablo y no Gavi o Gavira, sé que no lo lo ha hecho, la conozco como si verme en el espejo se tratase.
Lo de hoy le pudo haber ocurrido a cualquiera, no estaba en mis planes que pasara lo que sea que sucedió en la tienda, no sabía si robaron o había pasado un accidente afuera, lo único que hice al salir de ahí fue salir corriendo sin ni siquiera despedirme de Ana, sabia que estaba tatde y no quería que leah pensara que la iba a dejar plantada.
Me paro del asiento con cautela, dirigiéndome hacia ella para detenerla y poder hablarle, tomando ambas de sus manos .
—no, no lo has hecho leah, y quiero que lo hagas de verdad, lo siento, vale? de verdad perdóname, te lo ruego, ayer me equivoqué, me enojo que me pusieras en esa posición, o que creyeras que no te amo lo suficiente, porque joder, lo hago como nadie y jamás te dejaría sola como creíste hace unas horas con que no iba a venir, un día prometí que esto sería para siempre, y así será, nunca te voy a dejar sola, siempre y por siempre, recuerda
Le limpio las lágrimas que salen de sus mejillas con mis dedos mientras ella me miraba con los ojos cristalizados ante las cosas que le dije.
Verla llorar me dolía, pero saber que lloraba por mi? eso me rompía.
—¿Como se que esto no son solo palabras? porque joder... —si no fuera porque se le quiebra la voz hubiese seguido hablando pero yo la detengo
—porque te amo... —le grito agitado y ella me mira en silencio, agitada al igual que yo, con su pecho subiendo y bajando, suspirando pesadamente
Es ahí cuando sentimos como el avión se tambalea, eso significa una cosa, turbulencias, y no eran leves, eran fuertes, de esas temibles.
leah me mira con los ojos abiertos asustada afirmándose con fuerza de mi ya que estábamos de pie y nos habíamos tambaleado, el piloto no pide que nos coloquemos en nuestros asientos y eso es lo que hacemos rápidamente, las turbulencias no paraban.
leah no reacciona, se queda paralizada por el miedo que siente, yo me apresuro en ayudar a sentarla colocándole lo más rápido que puedo el cinturón para luego yo ir a mi asiento de al lado y hacer lo mismo conmigo.
Me daba lo mismo que el avión se diera la vuelta conmigo en el con tal de que leah esté asegurada.
Las turbulencias cada vez eran más fuertes y leah solo podía llorar y cerrar sus ojos con fuerza, yo le estiro mi mano para que se quede tranquila apretándola con fuerza.
—Vamos a morir! —grita leah cuando escuchamos repetidos rayos caer— no me puedo morir sin decirte lo que llevo callando mucho tiempo!
Grita aún más fuerte y yo volteo a mirarla confundido y al mismo tiempo con miedo, ya que no estaba exagerando, nunca había sentido algo tan fuerte como esto, la tormenta estaba vuelta loca, a penas podía concentrarme en lo que estaba diciendo salvo que dijo que íbamos a morir .
—que no vamos a morir joder!
leah hablaba repetidas bobadas, de cosas que pasaron cuando éramos chicos, como la vez que mi camisa del barca tenía una mancha de tintura en toda la parte de adelante de color verde y nunca salió, la castaña me confesó entre el miedo que ella había sido la que lo había echo, entre otras cosas más gritaba entre tanta adrenalina.
—pero todos esos secretos son bobadas comparado al que he tenido desde que éramos unos niños!
Me prestaría más atención a lo que dice de no ser porque estábamos entremedio del cielo en una tormenta y ahora el miedo me estaba entrando a mi también.
—joder leah! no hables gilipolleces! luego me cuentas todos los secretos cuando estemos en tierra! —le grito y escucho como suelta una risa nerviosa cerrando los ojos
Imito su acción y a los minutos después la turbulencia comienza a bajar su intensidad , siendo casi nula.
Nos sacamos los cinturones cuando nos informan que ya está todo en orden, abrazo a leah lo más fuerte que puedo, la apego a mi pecho apretándola contra mí mientras le besaba la cabeza agradeciendo que no nos pasó nada a ninguno, porque si le llega a pasar algo a leah, yo no seria nada, no sabía cómo vivir sin ella, éramos uno.
Fue en ese instante, en ese momento, cuando me di cuenta que leah iba a ser mi debilidad para siempre.
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nota<3 este parón de selecciones me esta aburriendo, ya quiero ver jugar al barca 😿