eclipse -Pablo gavi

extra 1

Pov Gavi
3 años después

julio de 2034 para mi fue el mejor mes de toda mi vida, cada día, cada cosa que pase me hizo el hombre más feliz del mundo porque estaba junto a ellas, los mayores amores que me pudo haber dado la vida

luego de todo lo que pasamos, finalmente estábamos aquí, en nuestra casa, con nuestra familia celebrando el cumpleaños número 2 de nuestra hija, Alessia .

nuestra pequeña llegó a iluminarnos completamente la vida, sin duda era mi debilidad junto con su madre y me entraban ganas de llorar verla crecer tan rapido

imagino que fue ayer cuando nos enteramos con leah que íbamos a ser papás por culpa de un sueño de Alex, nos había contado que soñó que leah estaba embarazada y a nosotros nos entró un miedo de desconfianza luego de pensarlo tanto, ya que aún no le bajaba la regla, se hizo un test y finalmente salió nuestra hija

—cariño cuidado con tu primo —le llama leah al ver como se acercaba al hijo de aurora y Diego acariciándole la mejilla al bebé de apenas 3 meses

porque si, finalmente esos dos terminaron juntos, me daba risa la situación, luego de que hayan habido tantas discusiones por no meternos con la familia del otro, pero bueno, como no resistirse a leah? es cosa de mirarla

me quedo observándola, admirándola, observando su sonrisa mientras miraba a nuestra hija, observando cada una de sus hermosas facciones, sus ojos achinados al sonreír, cada una de sus pecas, el lunar cerca de su labio, su nariz respingada y sus hermosos ojos que al sol eran de un color pardo café hermoso que me quedaría mirando por horas

se voltea a verme y me sonríe antes de acercarse a mi, dándome un corto beso en los labios para luego abrazarme por la cintura, colocando su cabeza en mi pecho

—No puedo creer que ya tenga dos años —me susurra levantando su cabeza para poder mirarme a los ojos, yo le sonrío y acaricio su mejilla

—no quiero que crezca más, no quiero que llegue el momento en el que me presente a un gilipollas por ahí, te imaginas uno del Madrid? ni de coña lo dejo entrar a mi casa

leah me da un leve golpe en el hombro antes de soltar una risa

—Ella escogerá a su pareja y tú lo aceptarás apesar del equipo que sea

—si es del Betis te lo acepto, pero del Madrid? lo siento amor, pero no puedo—ella voltea los ojos rodeando mi cuello con sus brazos mirándome con una sonrisa embobada

—eres un cabezota Gavira

—así te gusto Ricci y te tendré caminando de blanco para mí en una semana —sonrío orgulloso antes de darle un beso en los labios que tanto amaba

porque si, no podía estar más orgulloso que después de todo lo que pasamos, estemos aquí, tan felices que incluso no podía pedir más

nos casábamos en una semana, en la playa como siempre lo hemos querido y lo hemos soñado

pensar en que hace tres años estaba con el corazón hecho pedazos luego de haberme llegado la invitación a la boda de leah, tanto que incluso pensé hasta en no ir, pero fui y no me arrepiento de nada, porque de no ser así, leah se hubiese casado y no estaríamos como estamos ahora, de alguna manera siempre estuvimos destinados, apesar de todos los años que estuvimos separados, la vida nos volvió a juntar mucho más fuertes pero con el amor intacto. Hasta me atrevía a decir que mucho más fuerte aún

siento como unas pequeñas manitos me tiran del pantalón y bajo mi mirada para ver a mi mini versión mirándome con una sonrisa mientras me alzaba los brazos, porque si, era una mini versión mía y no podía amarla más