Random (3 Espadachines Y Un Demonio)

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Fred quería abrir los ojos, pero sus párpados estaban demasiado pesados como para hacerlo ¿Cuánto había dormido? No lo sabía ni le interesaba saber; nunca se había sentido tan cómodo. Pero tenía que abrir los ojos. No sabía dónde estaba ni tampoco sabia si su  hermano menor estaba bien.

A lo lejos se empezaron a escuchar leves murmullos, eran varias personas reunidas en la misma habitación que él.

– ¿Cómo no vas a saber que es o quien es? ¿No sé supone que eres un genio o algo por el estilo?

– Foxy...–era una voz idéntica a la de su amigo¿Estaba con él? Si era así ¿Cuando llegó? Y ¿Dónde estaban?

– ya te lo dije, no sé que es lo que pasa, no tengo información sobre nada de esto– las voces se hacían cada vez más nítidas y le pesaban menos los párpados

– el que se parezca a su hermano no te hace tener una idea!? –grito una chica muy exaltada

– Cállate! Que no entendiendes que tampoco sabemos que está pasando rubia teñida!?

–YO SOY EL QUE DEBE ESTAR MAS ASUSTADO AQUÍ! LITERALMENTE HAY UNA COPIA MIA EN ESTE LUGAR!

–FRED YA CÁLLATE!

–TÚ TAMBIÉN ESTAS GRITANDO ROSAL!

–chicos está despertando! – esa voz si la podía reconocer, solo que no la había escuchado en años

–Freddy...–soltó en un leve susurro, si todos no se hubieran callado al escuchar lo que dijo el castaño nunca lo habrían oído.

Fred abrió los ojos despacio acostumbrándose a la luz  de la habitación en la que estaba. A su alrededor había una gran cantidad de personas que no había visto en su vida. Bueno, a algunas si, Freddy, su hermano, Foxy y Golden que eran sus mejores amigos,  y a sus (ahora) no tan difuntos hermanos menores Ben y Rosal.

–¿Dónde estoy? –quiso articular muchas más preguntas, pero aún no tenía la fuerza para ello.

–que bueno que despiertas, chicos necesito que todos salgan–

–¿Estás seguro Ben? ¿Y si es peligroso?

–estare bien Freddy, no te preocupes
Todos los demás se fueron dejándolo solo con Ben. Fred no sabía que estaba pasando y necesitaba respuestas y Ben antes tenía que asegurarse que la "copia" de su hermano estuviera bien antes de saber algo más o conseguir información del azabache.

–¿Cómo te sientes?– preguntó Ben con cautela, no quería meterse en algo muy serio por ahora

–me siento mejor gracias –Fred le dedicó una sonrisa, una que realmente nunca se podría ver en la cara del azabache que el peliblanco conocía. –¿donde estoy? ¿Que fue lo que pasó?

–te puedo asegurar de que no tenemos idea, te encontré con mi hermana en el bosque. La verdad no esperamos nada como esto

–¿Hermana? ...¡¿Dónde está la caja!?

–oye tranquilo, la caja que traías esta por allí –señalo un rincón de la habitación–

Fred se levantó de un salto yendo a dónde se le indico dónde estaba su hermano. Abrió la puerta y se espanto al verla vacía.

Freddy no estaba, eso era claro, ahora la pregunta era donde estaba.

–oye, tienes que descansar para poder recuper–

–AAAAAAAAAAAAH!
Ese fue un grito muy varonil, obviamente no sonó como una niñita asustada, claro que no. Importando poco el que Ben lo estaba llamando a gritos y corriendo atrás de él para alcanzarlo llegó hasta donde provino el grito.

    Todos los presentes estaban atras de Freddy y Rosal para estar seguros, o en todo caso que los atacarán primero a ellos, y de lo que se estaban escondiendo era...pues Freddy, solo que no era igual al que conocían; era un poco más bajo y su cabello castaño llegaba hasta la cintura, sus ojos eran de un azul oscuro con pupilas rasgadas cómo las de una serpiente, su piel pálida creaba un gran contraste con su vestimenta, que consistía en un pantalón que era ancho hasta llegar a sus tobillos dónde se ajustaban a la perfección y una chaqueta cerrada con botones, todo eso de color negro, con un haori azul, y si eso no era lo más raro, tenía una mordaza hecha de bambú amarrada a la boca.

Fred soltó el aire que inconscientemente estaba reteniendo. Y fue con Freddy, muestras todos los observaban.
Ben llegó unos segundos después y al verlos todos juntos supo que sería un día largo...muy largo.