Nagüevoná, Tom || 𝑻𝒐𝒎 𝑯𝒐𝒍𝒍𝒂𝒏𝒅 (En edición)

Los pupilos de Simón Bolivar

Harry Potter y el misterio de dónde coñisimo de la madre largué el marpario' vestido

—Fer, ¿tú no has visto mi vestido?—le pregunté, porque coño, busco y busco, y no consigo un coño

—No hija, revisá bien—contestó

La pinga pelá. Esa verga se me quedó en el cuarto aquel, csm

—Ya sé dónde dejé esa verga—me metí un auto lepe por lo estúpida. Busqué la copia de la llave de mi cuarto y nada que la conseguía.

Comencé a buscar el número de Liam pa' saber si Tom estaba con él.

¿Era más fácil llamar a Tom directamente? Sí.

¿Me intimidaba hablar con él por llamada? También.

—¿Qué pasó, quién se murió?

—¿De casualidad andas con Holland?—inquirí mordiéndome la uña del pulgar.

—Sí, ¿Por qué?

—Dejé mi vestido en el cuarto, y él tiene la otra copia de la llave. ¿Podrías decirle que venga por mí al cuarto de Fer?

—Si va, ya le digo, está al pendiente.

Al poco rato tocaron la puerta del cuarto de Fer. Me dirigí allí encontrándome a Tom demasiado feliz para mi gusto.

Sí, así de malasangre era yo.

—Perdí la copia de de mi llave—murmuré con pena—. Desde la mañana estoy súper distraída.

—No importa. Quédate con la mía—me la entregó—. Al fin y al cabo, mañana estaremos de vuelta a Atlanta.

Caminamos en dirección a la habitación a paso lento y despreocupado.

—Sí, es burda de chimbo. Me hubiese gustado conocer más de aquí. —dije con pesar.

—Quizás sea posible. ¿Te gustaría pasear un poco mañana? Es decir, no tienes que aceptar sino quieres, pero sería muy lindo que conocieras más lugares de aquí.

—Por mí encantada. —introduje la llave en el cerrojo y abrí la puerta. Caminando directamente hasta el ropero.

—Oye, Angelic—volvió a decir.

—Hmm?

—No sé si oíste sobre la tonta pelea que hubo con la gente del staff...

—¿Sí? Náguará, yo ni enterada. —me hice la loca, mientras ponía el vestido en mi hombro mirándolo. los ojos.

«Que ojos marrones tan lindos. Son como las ollas Rena Were de la casa»

—Seh—jugó con sus manos—. Así que pusieron una tonta regla, para evitar especulaciones sobre nuestras vidas privadas luego de lo que pasó en la rueda de prensa con Thomas. Creen que así podrán enfocar su atención en las parejas de hoy.

—Deja de hacer eso con tus manos, me pones inquieta—deshice el jueguito dando caso omiso a lo que me dijo.

Me tenía nerviosa. Daba más vuelta que loquito de centro.

—Lo siento, es que estoy nervioso

—En la mañana no lo parecías. —recordé con una risilla

Que gafo, como me gusta.

—En ese momento aún estaba afectado por el sueño y creía que estaba soñando—reveló con vergüenza—. El caso es que nunca he pedido esto, pero bueno, lo intentaré... ¿Te gustaría ser mi pareja para la premiere?

Quedé papelón. ¿Cómo debía responder, debía aceptar? O sea, si quería, pero eso sería contradecirme completamente ante mi familia. Sin embargo, aceptar una propuesta no le hacía daño a nadie, ¿Verdad?