Nagüevoná, Tom || 𝑻𝒐𝒎 𝑯𝒐𝒍𝒍𝒂𝒏𝒅 (En edición)

Se declara culpable de la cárcel de tus besos

Las luces de la habitación estaban apagadas y un par de reflectores estaban enfocados en la cara de Ross.

Sin saberlo, teníamos fariseos, o mejor dicho FARISEAS, en la familia.

Exactamente mi mamá, que a última hora decidió, ser la abogada de Ross.

Sí, de alcahueta ella.

—Se abre la sesión, se presentan ambas partes. La parte de la defensa se estructura por María Gomez; y su acusado Ross Mantequilla, y el fiscal acusador se estructura por Tom Holland; y la victima de la tremenda cachera que llevó la hija mía; Andrea Gómez. —habló papi, sentado en el sofá más grande de la casa.

—¡Que yo no la engañé! No es lo que piensan.

—Menos mal, yo pensé que estabas jugando perinola. —refuté arrecha.

—Mi cliente no tiene porqué ser acusado sin la lectura de cargos. Y es mejor que te sujetes al papel, si no quieres dos trompas' y una pata' por culo. —se dirigió a mi pai'

Evans, Hiddleston, Carlett, Liam, mi abuela y Daniel viendo todo el espectáculo mientras se jartaban las manzanas de la mesa.

—Ok, mami. —acató mi pai'—, digo, Fiscal. Procedemos a la lectura de los cargos—se aclaró la voz—, se le acusa de dejar a Andrea como una cabrona, de dejarme a esa ladilla 2 semanas en la casa pareciendo la sayona de tanto que se lamenta...

—De la llorona, dramática y chillona de la sobrina mía no te vas a burlar—salió Fer defendiendo terciada del brazo de su marisdo'. A todas estas nosotras eramos la audiencia y los actores el jurado. Ustedes saben la imparcialidad y la vaina.

—Si sigues así te voy a vetar de la sala y te voy a devolver a Cumanacoa a agarrar agua en una totuma. —dictaminó mi pai'—, ajá, seguimos, se le acusa de culpable de tener dos frentes en la misma calle, y ser el peor hombre del mundo.

—Difiero un poco de...

—Cállate Tom—dijimos todos al unísono.

—En esta verga se hace lo que yo diga, y si yo digo que es el peor hombre del mundo, lo es y ya.

—Lo único que puedo decir sobre el acusado es que el tiene derecho a atestiguar sin ser interrumpido.

—Claro, pero también los demás tienen ese derecho. Yo como hermana mayor debo decidir sobre cuál de las dos cabezas le quiero cortar, así que, o dreno o dreno.

—Ajá, pero si le cortas la de abajo como queda la hija mía después. Capaz y lo perdona después de todo esto, y nosotros arrechos con el chinito. —intervino mi mamá, ya no era la abogada.

—Me vas a disculpar, pero que tú hayas perdonado a Felipe, no tiene nada que ver con la hija mía. Así que no le envenenes la mente. Sino sirve, no lo hace y ya.

—Yo creo que Ross es...

—¡CÁLLATE, TOM! —lo interrumpimos nuevamente.

—Que pase el primer testigo; Andrea Gomez. —anunció Peter.

Vi a la hermana mía ponerse de pie en medio de la sala.

—¿Desde hace cuánto puedes decir que Ross ha estado escondiéndote algo? —hizo Mami la primera pregunta.

—Casi mes y medio, tiene un misterio con las salidas, las llamadas y pare de contar. Me responde lento, y la otra vez lo vi en una foto con una careverga que hasta el día de hoy no me dice nada.

—No he podido explicarte...

—Calladito, mi hijo. Aquí no queremos que nos tires mojón empezando la cagada. —lo silencié.