Ai guish iu a merri krisma

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Entonces bajó y dijo: Podrán existir mil perras, pero nadie más perra que yo.

LLEGÓ EL MOMENTO, CAEN LAS MURALLAS..

Era 24 de Diciembre, chama. Ya había sacado mi fantabulosa pinta, era yo en mi mejor momento.  Uñas, cabello, aufi, y los pisos. Nojoda, yo estaba de punta en blanco. Apenas habíamos llegado de Venezuela, y ya nos andábamos empintando para la foto. 

Salí del cuarto buscando a Andrea, que andaba medio rarosa en todo el vuelo. La encontré en el cuarto haciéndose bucles con la rizadora.

-Cuéntamelo todo, al final, ¿Qué cuento chino te metió?

-No le he preguntado nada, planeo hablar con él cuando venga.

-¡Ay que panza!, él te cae a mojón y después viene a comer hallacas.

-Sé lo que voy a hacer, si se piensa hacer el loco, sale jodido. Porque yo tengo todo aquí -señaló su teléfono-, si él cree que yo como moscas, 'ta meando fuera de las proporciones del perol.

Ajá, se arrechó la catira.

Salimos y nos encontramos a mami pelando pava con el papá de Alessandra mientras pelaban las papas de la ensalada.

Se perdió esa cosecha, ¡REVIVIÓ EL ROMANTICISMO, SEÑORES!

El amor no ha muerto aquí, gente.

Andrea y yo nos quedamos viendo, pero nos quedamos:

Yeison...

Toda la familia sabía que ese amor nunca murió, lo que pasa es que el señor Dimitrio tuvo que venirse pa' USA, por trabajo y como el desgraciado de Felipe era allegado a la familia; le calentó la oreja a mi mai' diciéndole que Dimitrio le estaba poniéndo cacho, que se quedara con él, que pum que pam, que él no servía. 

Spoiler: El que no servía era mi pai', jaja.

Alessandra siempre nos mantuvo informadas a Andy y a mí si su papá andaba con alguien o algo, pero el señor siempre se mantuvo suelto y soltero.

Ese siempre esperó a mami. Yo sabía.

Soltamos un carraspeo, haciendo que se separaran bruscamente.

-¿Qué fue, hija?, me asustaste. -soltó mi mamá nerviosa.

-Nada, quería saber si Alessandra había llegado por fin.

-Oh no, ella aun no viene. Fue a buscar los refrescos. -explicó el señor Dimitrio con una cálida sonrisa, vi como mi mamá lo miraba con dulzura.

No puedo, los amo. Son demasiado cuchis, cásense.

Andrea y yo asentimos para salir de la cocina, y visualizar a mi abuela cortándole el cabello a Daniel.

-NO TE MUEVAS, COÑO E' TU MADRE. 

-ABUELA, ESA VAINA EN JALA EL CABELLO. -soltó mientras se agarraba de la silla. Mientras que mami Irene le desenrredaba el cabello con el peine.

-Ni que fuese mi culpa que tengas la morosa como pelos de cuca. 

-Se supone que heredé mi cabello de ti, ¿Qué pasó pues?

Vi como abuela le daba con la cacha del peine mientras se mordía la lengua.

-Nada como el calor de la familia. -suspiró Andrea con satisfacción.

Miré a Andrea incrédula. Mi familia era como un episodio de Radio Rochela.

Abrí mi chat con Tom.

Tommy tippi

Nagüevoná, Tom || 𝑻𝒐𝒎 𝑯𝒐𝒍𝒍𝒂𝒏𝒅 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora