-¿Ambiente incomodo? ¿A qué te refieres con eso? -
-¡Precisamente eso! ¡Un ambiente incomodo! -gun estaba sonrojado hasta las orejas, sus ojos miraban al frente y oab lo miraba a su lado divertido por las expresiones de su castaño amigo, habían pasado algunos días desde lo ocurrido con Foei, el sujeto ahora ni siquiera lo miraba directamente por miedo a que no solo él, sino todos sus defensores, se les echaran encima, tampoco había visto por ningún lado a neo, eso lo tenía un poco intranquilo, pero en ese momento no tenía cabeza para otra cosa que no fuera off y ese ambiente que se sentía en el aire cada vez que estaban... SOLOS.
-Explícate mejor Gunnie -El menor sabía que oab solo le estaba haciendo pasar un mal momento a propósito, ¿En qué momento fué tan inteligente como para ir y contarle sus problemas hormonales precisamente a él? Ahora tenía que morir de vergüenza contándole en pleno patio sus preocupaciones amorosas ¡Pero solo a él se le ocurría confiar en él!
El menor miró de reojo con un puchero a Oab, quien tenía su cabeza recargada en una de sus manos mientras lo miraba con una sonrisa de burla y una mirada que dejaba ver lo mucho que se divertía con toda esa sensación, de solo verlo podía sentir claramente como un poco de humo salía de su cabeza de la vergüenza que sentía y del enojo que le provocaba su amigo, sin contar el gran sonrojo que tenía tatuado hasta las orejas.
-Desde que off puede moverse, por las noches se pasa a mi cama y... - gun balbuceó sus últimas palabras, a lo que oab le dijo que no le había entendido absolutamente nada, y no era para molestarlo, la verdad era esa, no le había entendido, pero Gun se moría de la vergüenza y no podía decir palabra alguna -Es que él... se me insinúa ¡Oab, se restregó contra mí anoche, y no sé si fue apropósito, pero te juro que yo sentí que algo se le estaba poniendo...! - oab se le aventó encima tapándole la boca desesperado, las personas cerca de ellos los miraron raro, pero el mayor suspiró con tranquilidad al poder detener justo a tiempo a gun, quien al ser liberado de oab, se incorporó junto con él para quedar nuevamente sentados en el pasto y así, morirse de la pena una vez más.
-¿Seguro que fue él y no tú? - oab se estaba aguantando la risa, más aun al ver la cara que había puesto su amigo una vez que le había dicho aquello, en ese momento el menor se le aventó encima para matarlo, y él le siguió el juego, muchos de los que estaban en el patio los ignoraban y otros se reían de ellos.
Astro eran los que más atentos estaban, entre ellos estaba off, quien no podía hacer esfuerzos, pero como siempre, le valía todo y había querido salir de la celda y jugar un poco de básquetbol; como estaban apartados de Oab y gun no podían escuchar lo que decían, pero al final veían con una sonrisa el hecho de que gun se divertía junto a su amigo, claro que, off no se veía muy contento, pero no le quedaba de otra que quedarse callado.
-¿Y bien? ¿Qué vas hacer? - oab y el menor ya se habían calmado, de nuevo estaban sentados mirando a todos los reos jugar o ejercitarse, ante la pregunta de oab, gun suspiró, en realidad no tenía muy en claro que era lo que quería y debía hacer.
-Es evidente que off, virgen, no es - gun abrazó sus piernas y apoyo su barbilla sobre sus rodillas, mirando directamente hacia donde se encontraba off, jugando - Y yo no perdí la mía como en un cuento de hadas -gun se hizo hacía atrás, aventándose en el pasto y mirando el cielo, oab y él nunca habían tocado ese tema, el tema sobre su padre, el mayor de los dos lo miró de reojo algo triste - ¿Sabes algo, oab? -gun cerró los ojos y el mayor le prestó toda su atención -Las cosas nunca se olvidan, solo se aprende a aguantar el dolor - Después de decir esto, el menor se paró y se fué del patio de la prisión, oab no supo cómo responder a eso y simplemente lo dejó ir, al final, seguramente gun hubiese querido estar solo.
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Cárcel de Amor •Off-Gun•
FanfictionSu vida era monótona, todos los días era lo mismo, él tenía una rutina que se repetía día a día y en conclusión: Su vida era aburrida. Hasta el día en que él llegó... -¡Vamos mocoso, esta es tu nueva casa!- -¡Suéltenme! ¡No pueden encerrarme aquí! ¡...