El amor no conoce de fronteras, tampoco de edad, tiempo, género, eso es alguna de las cosas que dicen del amor.
Te amare en todos los multiversos, aunque nos separen, cuando reencarne te seguiré buscando. Parece ser que el amor es algo muy hermoso.
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Segunda temporada
Todo es confuso y aveces parece no tener sentido alguno, del por que o como suceden las cosas, muchas preguntas sin respuestas para un joven adolescente, no había experimentado el amor y no había sido un relevante cerebrito para la gente, solo había sido un adolescente rebelde con pésimo carácter que se metía en peleas. a temprana edad su padre murió en la guerra y tras su muerte se llevaron a su hermano mayor a la guerra a pesar de que seguía siendo solo un niño, con el tiempo perdió al resto de su familia en un ataque a su pueblo, desde entonces detesta con toda su alma a sus enemigos en guerra, a los cuales juro destruir para proteger su país.
Ya había llegado el día, aquel día que Genya espero con ansias desde que era joven, ser reclutado para ir a la guerra y poder batallar junto a los suyos, estaba nervioso, lo cual lo ponía de muy mal humor, en cualquier momento podría reencontrarse con su hermano mayor y tenía que demostrarle lo mucho que había crecido y de lo que era capaz. Tomando valor Genya decidió levantarse y dar inicio a la caminata, estaban juntando a los futuros pelotones a lo lejos, había mucha gente por allí, todos despidiendo a los hombres que iban a la guerra. Genya es un joven demasiado alto y un tanto robusto, por lo cual no le costaba nada ser intimidante, abriéndose camino entre la multitud. No tenía tiempo para despedirse y tampoco tenia amigos o familia de la cual despedirse ni que lo extrañe, era nostálgico pero había decidido que no le afectaría tonterías como esa.
Al frente del lugar en el vehículo que los llevaría a su destino se encontraban dos niños, aproximadamente de unos quince años de edad, los dos eran idénticos, tal vez gemelos, lo único que los diferenciaba era el color de sus cabellos, uno tenia un intenso cabello negro y el segundo un llamativo cabello blanco que le recordó al de su hermano. Los dos jóvenes parecían unos muñecos, leyendo en voz alta la lista de los reclutas que ya debían subir a la camioneta. Tanjiro Kamado, Inosuke Hashibira, Zenitzu Agatsuma, unos nombres completamente estúpidos como sus dueños, el primero era un peli rojo de una enorme familia que se veía feliz y confiado, el segundo un gritón egocéntrico y el ultimo un insoportable llorón. Después de que llamaron a los tres dijeron su nombre.
— Genya Shinazugawa.
Se le revolvió el estómago al escuchar la vos del joven albino pronunciar con calma su nombre, no entendía por qué, pero por alguna razón su corazón estaba acelerado y su frente sudaba. Supuso que era por los nervios de ir a la guerra, pero eso era una completa estupidez, se había enfrentado a la muerte misma y sobrevivido muchas veces, era imposible que tuviera miedo a ir al campo de batalla.
— Genya Shinazugawa.
Su corazón dió un brinco cuando nuevamente lo llamaron, tomo coraje aunque no lo necesitará y camino recto y seguro cruzando entre ambos hermanos sintiendo un extraño cosquilleo que desapareció tan pronto se alejo y subió al vehículo. Había mucha gente allí, el ambiente era tenso y silencio, no todos parecían estar de ánimos, después de todo se irían sin saber si podrían volver a ver a sus familias, tal vez esa era la última vez.
