Deep Eyes |Cara Delevingne|

Capítulo 4

— ¡Vamos, despierta! — Ruth movía tu cuerpo de un lado a otro en su cama.

— ¿Qué?

— Que despiertes ya. — Se rio — Y que borrachera la de anoche.

¿Te embiagaste? No había dolor de cabeza ni intolerancia a la luz. No recordabas haber tomado tanto, pero si Ruth lo decía... Si Ruth lo decía probablemente solo la mitad era verdad,y no era que fuese mentirosa, más bien solía exagerar un poco.

— Quiero hablar con Cara. ¿Donde está ella? — Tallaste tus ojos con fuerza, y comenzaste a ver manchas de colores sobre un fondo negro.

— No lo se. Te trajo hasta las diez de la noche, dijo que habian decidido brindar, pero a la primer copa te pusiste mal y te trajo.

— Iré a su casa. ¿Estarás aquí?

— Iré a comprar unas cosas y vuelvo. Tienes llaves de cualquier manera.

Asentiste con la cabeza y saliste apresurada rumbo a casa de la rubia. Si te pusiste mal, probablemente el beso no haya sucedido, y eso te provocaba decepción.

Colocaste tus auriculares y tu gorro de lana negro. Tu favorito. Subiste la música a lo más alto que daba tu celular y caminaste calle abajo.

Sentiste que alguien tocó tu hombro con suavidad, el corazón te dio un vuelco pensando que era Cara. Pero no. Ni siquiera se acercaba a ser ella.

— Hey. — Ashton metió sus manos a los bolsillos de sus pantalónes ajustados. Se encogió de hombros y te sonrió. Viste en sus lentes el reflejo de la cara de asco que pusiste al verlo. Seguiste caminando, ignorandolo mientras el se esforzaba por platicar, sobre Cara seguramente. Te enfurecia su simple presencia. Desde que quiso el número de Cara.

El te abrazó con fuerza y tu luchabas por soltarte. Una voz áspera y agradable se escuchó a tus espaldas. Tu rostro se iluminó.

— Déjala en paz. ¿Quieres?

— Oh, Cara. — Quiso besar su mejilla. — Me alegra verte.

— A mi no. — Te tomó del brazo y te sacó de ahí.

Viste a Ashton boquiabierto y a Cara enfurecida.

(...)

— ¿Puedes detener esto?

— Claro.

Tomaste una bolsa mientras ella giraba la llave dentro de la perilla. Sacó la punta de su lengua y enchinó los ojos. Se veía hermosa.

— Adelante. — Aún había molestia  en su voz, y duda en tu semblante por su estado de ánimo.

Pasaron y ella cerró la puerta con cierta fuerza, la suficiente para provocar que te estremecieras con el ruido. Dejó la bolsa en la isleta de la cocina y arrojó su pashmina a una silla. Tu la observabas desde el sofá en la sala. Pendiente de lo que pudiese hacer o decir.

— Cara, ¿Que sucede?

Ella volteó, el sarcasmo totalmente reflejado en su sonrisa lo dijo todo. Estaba celosa de Ashton.

— ¿En serio me estás preguntabdo eso? ¡Dios, porfavor! — Alzó los brazos, el sarcasmo no desaparecía en sus acciones y tono de voz.

Estaba alzando su tono cada vez más y más, su voz se volvía ronca, y estabas entre disfrutandolo e incómoda por ello.

— ¡Me pregunta sobre ti! ¡Es obvio que tu le interesas. No yo! — Ella parecia aún no creerselo, y tu no tenías como demostrarlo.

— ¡Si lo quieres ve con el!