Deep Eyes |Cara Delevingne|

Capítulo 17

Era difícil respirar el mismo aire que Cara, relajarte y poner la mente en blanco ya no era algo opcional, era lo único que podías hacer al sentir su pecho encojiéndose a cada bocanada de aire sobre el tuyo.

— Amor — Susurraste cuando tenía el rostro oculto en tu cuello y al sentir sus manos bajo tu camiseta después de haberse deshecho de tu pantalón.

Había un brillo tan jodidamente familiar en sus ojos, uno que no habías podido ver en ningunos otros ojos.

Los ojos de Dylan.

— ¿Aún no? Dios, perdón. — Bajó de ti y te abrazó con ternura. Dejó un besó en tu sien derecha y suspiró con cierta fuerza.

No querías hablar el por qué se habían detenido ya en ese punto, no querías armarle un alboroto o un drama por la similitud entre sus el brillo de sus ojos y los de Dylan, o una explicación absurda y aburrida acerca de por qué no cruzar los límites ahora.

Sólo querias tener el valor suficiente de terminar algo que ya habían empezado.

(...)

Cara actuaba más rara e incómoda cuando Dylan salía al tema, y de hecho comenzabas a creer que te ocultaba algo, pero, ¿Que podías hacer? No querías agobiarla más de lo que ya sonaba de por sí con preguntas que probablemente no te llevarían a ningún lado más que a alguna pelea con Cara.

Te estabas preocupando demasiado por su relación, los mimos eran iguales, el cariño, los 'te quiero', prácticamente era todo igual, pero te preocupaba que su relación se pusiera débil.

—¿Quieres ir a cenar o a algún lado? — Cara miró sobre su hombro y mordió el interior de su mejilla con suavidad, como era costumbre.

—Me encantaría cenar contigo— Le dijiste rápido, justo después de que ella terminó de hacerte la pregunta.

—Bueno, tengo que irme. ¿Vale?— Te abrazó por la cintura pero te alejaste, estaba siendo muy fría y eso te lastimaba.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás actuando tan fríamente?

Cara despegó su brazo de tu cintura y suspiró con algo que bien podias identificar como enojo.

—¿Harás un drama?

—No.

—Entonces, si no hay nada más que decir, me voy. Regresaré en un rato para que podamos cenar.

—Como quieras.

Miraste tus uñas intentando evadir la desesperación en tu tono de voz.

— Eso es lo que quiero, y eso haré.

Salió azotando la puerta. Te había hecho sentir tan mal su actitud, te había hecho asumir toda la culpa.

¿Todo estaría bien si hubieran tenido sexo?

—Oh vamos, no es eso— Hablaste sola, intentando convencerte de algo que era imposible de ser más claro.

Se estaba acabando.

Tenías miedo, la amabas y ella a ti, pero eso te hizo creer y esi era algo que estrujaba tu cerebro cada segundo.