Capítulo 28

472 28 9
                                    

Guardaste las cosas en la cajuela del automóvil, y subiste a el para regresar a casa, pero tocaron la ventanilla del copiloto con demasiada insistencia y no te quedó de otra más que atender aquello.

Era Cara.

Suspiraste, y lentamente bajaste la ventanilla más a fuerza que de ganas para  sonreírle sin ánimos. La miraste a los ojos sin decir nada, simplemente esperarías a que ella hiciese lo que, tal vez, tu debías decir.

Asomó su cabeza por la ventanilla.

—Em, ¿está bien si subo?

¡NO!

Apretaste los dientes y eso te produjo un dolor agudo en las muelas, sobretodo.

—Si, adelante.
Subió rápido y colocó las bolsas en su regazo, y de manera infantil sacudió la cabeza. Reiste mentalmente por aquél gesto suyo que adorabas.

—Está por llover —respingó —, bueno, eso parece.

No respondiste nada respecto a su comentario.

—¿Cuál es tu punto al subir a mi auto?

Le desesperaba que no parecía que fueras a ceder en algún momento.

—Arreglar esto, por favor. Sé que ha pasado un día solamente, pero, ¿te parecería loco si te digo que no puedo estar sin ti ni un par de horas?

Te viste saltando hacia ella para besarla y decirle lo tanto que la habías extrañado, lo mucho que te arrepentías de hacer la situación más difícil de lo que era. Pero te quedaste en tu asiento, inexpresiva.

—Cara —comienzas sin querer—, tenemos que encontrar la manera de estar sólo tu y yo.

Frunció el ceño.

—Pero, sólo somos tu y yo.

—Lo sé, lo sé. A lo que me refiero es que, mi madre y Dylan van a acabar con esto. Nos van a hacer acabar.

La boca de Cara formó una pequeña 'o'.  Tal vez no comprendía tu idea. Tal vez le parecía descabellada, porque lo era, pero lo necesitaban.
Si bien tu madre había actuado como si estuviese de tu lado, no te garantizaba que hubiese aceptado a Cara. Sabías de sus enojos, hacia Dylan claro, que sólo duraban un par de días y después seguía queriéndola de nuevo. Grave error. Era muy probable que quisiera verte de vuelta con ella a pesar de todo.
Por otra parte, Dylan jamás te iba a dejar en paz. Lo sabías. Cara también. Era algo que aterraba a ambas, pero que sobretodo te parecía estúpido, porque después de todo, la relación entre Dylan y tu acabó por causa suya.

Detuviste el auto frente a tu casa. Cara seguía observando de reojo cada cosa que hacías. No bajaron de el, seguían hablando, pensando que hacer.

—¿Te parece bien?

—Claro que sí —dijo sin tardar ni un solo segundo.

Sonrió.

—¿Entonces?

La besaste.

—Nos veremos luego, entonces— dices, intentando sonar seductora.

Cara bajó de tu auto. La miraste caminar hasta que dobló la esquina.

***

¿Y si pasan por mi novela Camren?♡

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 16, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Deep Eyes |Cara Delevingne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora