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➤; 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒.─ 𝐍𝐈𝐒𝐇𝐈𝐌𝐔𝐑𝐀 𝐑𝐈𝐊𝐈
Dónde el amor reina, pero la maldad abunda; si creer es poder, poder también es perderlo todo e inclusive el corazón.
❝A veces los sueños son la busca de ese final que n...
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T/n point of view !
Mi cabeza daba vuelta, todo mi cuerpo dolía mas de lo que podrían hacerte muchos golpes, la intensidad con la que ardía era inexplicable. Me sentía confundida, quería saber porque estaba en un lugar donde solo el blanco se presentaba.
Caminé a pasos lentos derecho, apretando mi costilla intentando zacear el dolor que de ahí provenía, pero mis intentos fueron en vano, caí nuevamente solo apoyándome en una de mis manos.
Estaba débilmente tirada en el suelo ahora, mirando hacia el punto neutro de las paredes, hasta que diviso a alguien en frente de mi y alzó la cabeza para verlo mejor.
Era un señor, vestido de blanco y con una especie de bastón.
─ Nakamura T/n ─pronunció firmemente haciendo que mi piel se erizará.─, hiciste bien tu trabajo en el universo paralelo, pero tu labor debe continuar.
No sabía de lo que estaba hablando, lo miré con mucha confusión esperando su respuesta y esté solo permanecía serio.
─ Al parecer estás mas que confundida, no?
Yo asentí tomando una postura recta sin levantarme del suelo, quise hacerlo pero un gesto de dolor y un gritó ahogado saliendo de mí al intentarlo.
─ Estás lastimada, creo que debería de ayudarte.
Se agachó a mi altura y por impulso me eche para atrás con miedo a que me pudiera hacer algo, sin embargo no se inmuto y llevo su mano a la zona de mi abdomen.
De su boca salieron palabras que no entendían con exactitud, pero no tardo en aparecer una fuerte luz de la palma de su mano, dándole la misma luz a todo mi cuerpo. Luego de ello mi cuerpo dejo de doler y de arde.
─ Curo a las personas, tranquila. ─ habló suave dándome mas confianza.
─ Entonces, mi dirás que eres o quien eres? ─ le hablé directamente a los ojos con seriedad, no podía confiarme fácilmente.
Se tomó unos cuantos segundos para hablar, sin dar unas cuantas vueltas a mis costados con una mirada curiosa y algo pura. Su aura era pacífica, o eso sentía al momento.
─ Soy posiblemente lo que ves como un Dios poderoso, también quien te eligió como Diosa de la naturaleza. Por esa razón no moriste en aquella explosión universal, Diosa eres, Diosa morirás, es la ley de un Dios. ─contó naturalmente.
─ No entiendo nada. ─ contesté frunciendo el ceño desconcertada.
Él solo tomó aire y exhaló para darme unas cuantas miradas nuevamente, todo lo que hacía me hacia sentir intimidada y tan pequeña.
─ Solo diré eso Athena, no puedo decir nada mas que eso. Todo lo tendrás que descubrí tu sola con ayuda de él. ─ susurró la última silaba sin que yo pudiese escuchar.
Suspiré harta de su juego de palabras, tenía poca paciencia y más sabiendo actualmente solo pocas cosas de mi, me desesperaba.
─ ¿Al menos me dirás que tengo que hacer? ─ pregunté de manera pesimista recibiendo una mala mirada de su parte.
─ Cuida el báculo de vida que está al Sur de Japón ─ordenó seriamente tomando una pausa antes de seguir─, y no dejes que él lo tenga entre sus manos.
─ ¿Él, quien?
─ Sunghoon, es el hijo de Kairo, Kairo siempre será un demonio ante la raza humana y dudo que él sea la excepción. Al tener el báculo en sus manos acabará con toda la vida, e inclusive la que tú puedes amar, ten cuidado. ─ fue lo último que dijo antes de desaparecer.
Sentí mi cuerpo mas pesado, cerrando los ojos y volviéndolos a abrir con fuerza.
Dándome cuenta que ya no estaba rodeada de puro color blanco, sino que, estaba en un bosque.
