Tu perfección, mi perdición

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CAPÍTULO 70

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—¿Jennifer?—dijo mi padre, chasqueando los dedos delante de mi cara. Me había quedado pensando en el vestido, en cómo le habría sentado a Josh aquello. Pero mi padre me sacó rápidamente de mis pensamientos.

Me levanté, y dejé el vaso en el que estaba bebiendo zumo en el lavavajillas.

—Buenos días campeón—le oí decir a mi padre, y me giré hacia la puerta, pensando que me iba a encontrar a Ben, pero era Jake.

Me miró mientras se frotaba los ojos y yo le sonreí. Me sorprendió que estuviese completamente vestido, puede que quisiese causar buena impresión.

—Buenos días—dijo, sentandose en un taburete. Yo cojo el zumo que había preparado mi padre, y se lo sirvo en un vaso. Él me sonrie, y le doy un beso, por un segundo olvido que mi padre estaba ahí.

—¿Te gusta el zumo?—le pregunta mi padre.

—Si, está buenísimo. ¿Que ingredientes lleva?—contesta Jake, y en unos segundos empiezan a hablar sobre bebidas energeticas, deporte y yo me quedo mirando a Jake, desconectando de su conversación, y recuerdo que hoy va a hablar con aquella chica.

Casi no me acordaba de aquello, pero el recordarlo hizo que volviese a sentir la misma rabia que ayer.

"No va a pasar nada. Jake me quiere. Confío en él" pensé, y suspire. La idea seguía sin hacerme mucha gracia.

—Creo que voy a prepararme, tengo que ir a trabajar— digo, y Jake enseguida deja de hablar con mi padre.

—Yo te llevo, ¿Vale?—dice. Nos despedimos de mi padre y subimos las escaleras.

Ben se acaba de despertar, le vemos salir de su habitación. Mira a Jake y frunce el ceño, y por un segundo mi cabeza se llena de preguntas. ¿Es que no sabia que Jake estaba aquí? ¿Y si se ha traido a Josh?

—Buenos dias, ¿te pasa algo?—le digo, realmente preocupada por su gesto.

—No, no—dice, y pasa de largo. Miro a Jake, que se encoge de hombros.

La puerta de la habitación de Ben está entreabierta, y la empujo un poco para ver lo que hay en su interior.

Suspiro aliviada al ver que Josh no está, pero sigo desconcertada por la mirada de Ben, supongo que no sería nada.

Me acabo de preparar para ir a trabajar, y Jake y yo nos subimos al coche.

No dejo de darle vueltas a lo de su "ex", no hemos vuelto a hablar del tema, y supongo que despues de la discursión de ayer, Jake no tendrá ganas de hablarlo.

—Y bueno, ¿Qué le vas a decir a esa chica?—digo, mirando al frente, con miedo a su respuesta. Él aparta la vista de la carretera unos segundos para mirarme.

—Que tengo novia, que la quiero y es preciosa, y que tiene que aceptarlo. Deja de preocuparte por eso, es una tontería.—dice, y se que la conversación se ha terminado por el bien de los dos. Aunque confie en el, la idea sigue sin agradarme.

Cuando llegamos, Jake me da un beso y me desea suerte, y yo le digo lo mismo.

En el ascensor, me quedo mirando los botones, esos 100 botones, resistiendo las ganas de apretar el número 72, aunque no serviría de nada, Phil no estará ahí.

Lo primero que veo al bajar en mi planta es a Nai, que se lanza a mis brazos, y siento que el día mejora un poco.

—Jenni, tenemos un montón de trabajo—pongo los ojos en blanco, y ella me sonrie ladeando la cabeza.

—¿No está Anna?—Josh me dijo que Anna quería decirme algo, y no tengo ni la más mínima idea de qué puede ser, cosa que me está volviendo loca.

—Estaba, se ha marchado ahora mismo, no se como no la has visto. Me dijo que no te fueses sin antes hablar con ella.

—Pues espero que venga pronto.

Nai y yo estuvimos hablando durante horas, teníamos que ordenar documentos, pero gracias a dios era en el ordenador, e hizo que la mañana se nos pasase más rápido. Con Anna dando paseos a todas horas por aquí, no podíamos hablar libremente, asique agradecí bastante que tardase en venir.

Para cuando llegó la hora de comer, Anna aun no había vuelto, y tenía que esperarla. Nai fue a comprar la comida a la cafetería y nos la comimos en la oficina. Empeza a pensar que no iba a venir, pero me guste o no, es mi jefa, y tengo que esperar a que llegue.

Empezaba a hacerse tarde, Nai y yo ya habíamos acabado nuestro turno hace horas, la gente se iba marchando, y todo empezaba a quedar vacío.

—Nai deberías irte, soy yo la que tiene que esperar, no te preocupes—le digo a Nai, no quiero que pierda todo el día esperando conmigo sentada en una silla de oficina.

—¿Estás segura? No quiero dejarte sola

—No te preocupes, llamaré a Jake para matar el tiempo, y ordenaré un poco todo. Tu vete.

Me da un abrazo, y me sonrie desde el ascensor. Me doy cuenta de lo afortunada que soy de tener a Nai en mi vida.

Llamo a Jake, pero no lo coge, seguramente esté entrenando a estas horas.

Veo por la ventana que es casi de noche, y me harto por completo. Recojo mis cosas y bajo al hall.

Veo que una mujer alta y rubia se acerca a paso ligero, y sin duda es Anna.

—Oh Jennifer, querida, siento muchísimo haberte hecho esperar—dice, fingiendo sentirlo. Por un momento casi pienso que lo dice sinceramente. Casi.

—Ya puede ser algo importante—digo, con una sonrisa falsa, para que parezca como que bromeo.

—Solo quería disculparme por lo que pasó en la cena, Josh fue muy grosero, pero lo he hablado con él, y quiero que ambas parejas nos llevemos bien, asique si os apetece a ti y a Jake, podemos quedar este sábado, pero que sea algo más informal. Salgamos a tomar unas copas, ¿Qué te parece?—dice con una sonrisa. Lo primero que se me pasá por la cabeza es: ¿Enserio está zorra me ha tenido todo el día esperando para esto?

Y la segunda cosa que pienso es:

Quiere conseguir algo, y no será nada bueno.

Tu perfección, mi perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora