Tu perfección, mi perdición.

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CAPÍTULO 62

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Cuando me ve, empieza a chillar, y me abraza con tanta fuerza que me cuesta respirar. ¿Qué hace aqui?

-Mi niña, mi niña, mi niña-Dice mientras me da besos en la mejilla. Me separa un poco de ella sin soltarme y me mira de arriba abajo.-Estás preciosa. ¿Te han crecido las tetas?

-Mamá, ¿Qué... Qué haces aqui?

-Pero no has crecido, ni engordado, estas delgada como siempre pero mira que curvas, debes de tenerlos haciendo fila, eh-Dice sin hacer caso a mi pregunta.-Me alegro tanto de verte-Me vuelve a abrazar y meneandome de un lado para otro.-Ven

La sigo por el pasillo hasta llegar al salon, dondd veo a Ben bocabajo en el suelo, y mi padre sentado encima de él haciendole una llave.

-¡Papá!-Digo, y salto a sus fuertes brazos. Mi padre es la única persona que conozco más fuerte que Jake.

Quiero muchisimo a mi madre, pero he de admitir que siempre he sido la niñita de papá, al igual que Ben es el bebé de mamá Le paso la mano por la cabeza.-¿Te has cortado el pelo? Te queda mejor.

-Charly, ¿Porque le haces daño al niño?-Dice mi madre, mi padre me deja en el suelo, y me giro. Veo a mi madre abrazando a Ben en el sofá, que no parece muy dolorido.

-Vamos Emma, tiene que aprender a defenderse.

-Venga, no pasa nada bebé-Le dice mi madre a Ben, mientras le acaricia el pelo, él me mira y pone los ojos en blanco.

Por un momento me olvido de que ya no vivimos los cuatro juntos, y disfruto de este momento que me trae tantos recuerdos.

Miro a mi padre, que se está riendo. Se ha cortado el pelo muy corto, él tenía el pelo moreno, muy moreno como el mío y el de Ben, pero el paso de los años, ha conseguido que se valla decolorando. Sus ojos son rasgados y de un azul muy claro, su nariz larga, sus labios finos y tiene la típica barba de tres días. Cuando tenía mi edad, seguro que era tan guapo como Ben.

-Jenn, ¿Hacemos la comida?-Me dice mi madre, que por fín se ha despegado de Ben. Yo asiento, y salimos de la habitación.

Cuando llegamos a la cocina, me siento en un taburete, y la observo. Ella empieza a abrir cajones, mientras tararea. Como siempre, prefiere hacer las cosas ella sola.

-¿Qué buscas, mamá?

-Las ollas-Me dice con una enorme sonrisa.

-La segunda puerta de abajo-Le digo señalandola. Ella la abre, saca una olla y sigue abriendo cajones y armarios mientras tararea. La luz que entra por la ventana, refleja su ondulado pelo rojo. Ella tenía el pelo castaño, pero se tiñe de rojo desde que me alcanza la memoria, y sinceramente, le favorece este color. El pelo le llega por los hombros, y tiene flequillo. No es como el mío, que es recto, si no que son unos mechones sobre su frente.

Mi madre es muy guapa, me parezco a ella, pero es más guapa que yo. Sus ojos son verdes, como los míos, al igual que su nariz pequeña y sus labios perfilados.

Tiene 39 años, y mi padre 41. Los dos son muy jovenes para tener una hija de 19 y otro de 23. Y dejando a un lado el tema de la edad, nunca hemos sido una familia elegante y formal como la de Josh. Aveces me gustaria tener una familia como la suya. Cada vez que voy a un restaurante con mis padres, nos acaban echando por mal comportamiento. En resumen, mentalmente soy más madura que mis padres.

-¿No teneis carne? ¿Que clase de persona no tiene carne en su nevera?-Dice mi madre escandalizada.

-Un vegetariano.

Tu perfección, mi perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora