Tu perfección, mi perdición.

---------------

CAPÍTULO 61

---------------

Cuando me despierto, siento que tengo la piel de gallina, y cojo casi toda la manta para taparme.

Oigo a Jake gruñir un poco, sigue dormido, pero se ha dado cuenta de que le he quitado la manta. Aun asi, no se la devuelvo.

Me doy la vuelta para verle la cara, tiene un poco fruncido el ceño, y sus enormes brazos tienen la piel de gallina.

Le devuelvo la manta y me levanto de la cama, y en cuanto me pongo de pie, empiezo a notar dolor en todos los musculos desde mi tripa hasta mi rodilla.

Son agujetas, de ayer por la noche. Me lleva las manos a la cara al recordar la noche. En resumen, lo que menos hicimos es dormir.

Busco algo de ropa, encuentro mis bragas debajo de la cama, y la camisa de Jake cerca, y me la pongo.

Huele un poco a sudor, y a su desodorante. Pero sobre todo, huele a Jake.

Voy hasta el baño, casi dando saltitos de alegria.

Me miro en el espejo, y parezco otra persona. No pienso en Anna, ni dn Josh, ni en nadie ni nada excepto Jake.

Tengo ganas de gritar, de reir. Y por primera vez en semanas, puedo decir completamente segura, que estoy feliz.

Vuelvo a la habitación, y recojo la ropa del suelo, para que no se arrugue, y vuelvo a oir a Jake gruñir.

-¿Por qué te has vestido?-Dice, frotandose los ojos. Me giro, riendome, y él me sonrie dulcemente.-Mereció la pena esperar.

-¿Que quieres desayunar?-Le digo, ruborizandome al darme cuenta de que sigue sin ropa.

-Yo hago el desayuno, ¿Qué te apetece, princesa?-Dice levantandose, y poniendome un mechón de pelo detrás de la oreja.

-Sorprendeme-Le digo en voz baja mirandole los labios, que cada vez están mas cerca de mi hasta que llegan a pegarse a los mios.

Busca sus calzoncillos, y me doy cuenta de que los tengo en la mano y se los doy, roja como un tomate.

Él se ríe, levanta un poco la brabilla y me da un beso. Despues baja las escaleras.

Veo mi movil encima de la mesita, y lo cojo. Tengo un mensaje de Nai.

Jenni, ¿Qué tal?

Cuando os fuisteis la cena fue incomoda, nadie habló nada más. Anna tenía más cara de idiota que la que tiene normalmente. Erika y yo volvimos en un taxi, ya hablamos mañana.

Ayer estaba tan enfadada, que se me había olvidado por completo que teniamos que llevar a casa a Nai y Erika.

Le envio un mensaje disculpandome, le digo tambien que hablamos el lunes.

Bajo a la cocina, Jake está friendo algo. Yo ne siento en una silla y le observo.

Soy muy afortunada de tener a alguien como él. Soy una chica pequeña, delgada y no tengo unas tetas enormes ni un culo gigante, pero cuando le miro, cuando veo la forma en la que me mira él, me siento otra chica, siento que estoy a su nivel, y es una de las mejores sensaciones de este mundo.

Jake se acerca con dos platos de huevos y bacon, deja uno delante de mi y se sienta enfrente con el otro en la mano.

Me esta mirando fijamente, y yo me sonrojo.

-¿Qué?-Le digo riendome.

-Nada, siemplemente no me lo creo-Me dice, y me mira como esta mañana. Su mirada es distinta, más profunda.

-¿Él qué?-Digo mordiendome el labio.

-Tenerte aqui, delante de mi, con mi camisa, desayunando. Me he acostado con muchas chicas, pero todas se han ido antes de que llegase la mañana, en cambio tu, estas aqui, conmigo. Y es simplemente genial.

Sonrio tanto, que casi me duele la mandibula, no estoy acostumbrada a sonreir tanto.

Es capaz de decirme todo lo que siente, le admiro.

Mi movil vibra, y veo un mensaje de Ben.

Tienes que venir a comer, es importante.

¿Por qué querrá que valla a comer?

-¿Qué hora es?-Le pregunto a Jake, que casi se ha terminado el desayuno, yo ni siquiera he empezado, pero me estoy muriendo de hambre, ayer no cené nada.

-Once y media-Dice mirando a un reloj azul que hay en la pared a su derecha.

-Tengo que irme, mi hermano dice que es importante.

-¿Quieres que te lleve?

-No hace falta-Le digo sonriendo.-Voy a cambiarme.

Subo y me pongo el vestido que lleve ayer, me ato una coleta y me doy cuenta de que el flequillo me ha crecido mucho, y casi no veo.

Bajo otra vez, y Jake se ha puesto unos plantalones anchos grises y una camiseta de tirantes. Me gustaba más cuando solo llevaba unos calzoncillos.

-Te acompaño a la parada de bus-Dice, poniendome la mano en la cintura.

Cuando llegamos, hay bastante gente esperando el autobus.

Jake baja la mano, y me acerca más a él.

Acerca su cara a mi oreja.

-¿Que tal lo de anoche?-Me dice susurrando.

-No deberiamos hablar de eso aqu...-Empiezo a decir, pero empieza a besarme detrás de la oreja, y baja hasta el cuello. Oigo risas detrás de mi. Abro los ojos, y veo a un niño acompañado de su madre.

-Mira mami, le está tocando el culo-Dice el niño, Jake se da la vuelta y se rie.

-¡David!-Dice la mujer, tapandole la boca-Lo siento mucho.

-No pasa nada-Digo riendome.

Llega el autobus, y le rodeo el cuello a Jake para besarle.

-Mejor hagamos esto en la intimidad-Le digo en voz baja.

-¡Alaaaa!-Vuelve a decir el niño, y nos reimos.

-Nos vemos de tarde-Dice Jake besandome la frente.

Subo al autobus, está muy lleno, pero hay un asiento justo en el fondo y me siento. A mi lado está sentado el niño, que no deja de mirarme y sonreir. Yo le saco la lengua y suelta una carcajada.

Cuando llego a mi parada, bajo, y me acerco a mi casa. Busco las llaves, pero me las he dejado en casa de Jake.

Toco el timbre y cuando se abre la puerta, no veo a Ben, si no a mi madre.