CAPÍTULO: 13

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ABRIL

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ABRIL

"Eres una egoísta, Abril".

"Ese ha sido siempre tu verdadero problema".

"No te importa nuestro futuro". "Quiero estar solo".

"Tu abuelo me necesita. Es hora de que me vaya con él".

Me despierto sobresaltada, incorporándome en una cama que no es la mía, con las piernas cubiertas por una colcha que tampoco son las de mi habitación y vestida con una camiseta negra que, a primera vista, no ha salido de mi armario.

Fátima está sentada sobe el colchón, a mi lado. Con una sonrisa amable, me tiende un vaso lleno de agua que yo acepto con ganas. Tengo la garganta seca y siento los ojos hinchados. La luz natural que entra en la habitación me hace parpadear varias veces hasta que mi vista se adapta al color azulado de las paredes. Es una habitación grande, con un par de armarios empotrados de madera oscura, una mesilla de noche y un escritorio bajo la ventana del mismo material y una cesta de mimbre con un montón de ropa que sobresale de su interior. La cama es bastante grande, lo suficiente como para que dos personas puedan dormir sin problema. El cabecero es negro, de un estilo moderno que contrasta con la clásica estética del resto de la habitación, incluidas sus sábanas blancas y la colcha. Junto a la puerta me percato de un enorme cuadro con una camiseta de los Boston Celtics enmarcada y, en menor tamaño, la foto de un Bruno mucho más joven sosteniendo lo que parece un trofeo de baloncesto entre sus manos. No cabe duda de que estoy en su habitación. Más concretamente, dentro de su cama. De golpe, me bebo todo lo que queda de agua dentro del vaso. De un solo trago.

—¿Has dormido bien? —me pregunta Fátima depositando el vaso ya vacío sobe la mesilla de noche—. ¿Necesitas alguna cosa? ¿Tienes hambre? Bruno ha hecho tortitas con chocolate y todavía queda tarta que Daniel hizo por el cumple de Emma, aunque no te la recomiendo... Pero no le digas que yo te he dicho eso, le sentaría fatal. La hizo con todo su cariño, aunque esa cosa azul que...

Por un momento había olvidado lo mucho que Fátima habla cuando no sabe cómo actuar o qué decir. Intuyo que sabe todo lo que pasó anoche, su verborrea le delata. Si no recuerdo mal, el chico que nos trajo hasta aquí es su novio. Lo que desconocía era que Bruno fuese su amigo. Aunque, para ser sinceros, no recuerdo nada después de que él y Gala me ayudasen a entrar dentro del coche hasta quedarme plenamente dormida.

—¿Qué hago aquí? Creí que estaría en mi casa... Mis padres estarán preocupados.

Aturdida, busco mi teléfono móvil hasta dar con el encima del escritorio de la habitación. Fátima adivina mis intenciones, por eso, se levanta para cogerlo y entregármelo mientras me relata cómo llegué aquí.

—Bruno y Gala se fueron muy preocupados de la fiesta de cumpleaños. Gala estaba histérica y Bruno solo se lo dijo a Oliver. Él codujo hasta dar contigo y, cuando te encontraron, me llamó a mí para que informase a los demás de todo lo que te había ocurrido y te esperamos. Bruno quiso que durmieras aquí, creyó que estarías más cómoda. Su la habitación más grande de toda la casa.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2023 ⏰

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