Castiel, Mi rebelde Corazón de Melón

(19) La verdad de Lysandro

Castiel me observaba de pies a cabezas, casi olvidaba lo ligera de ropa que me encontraba, solo ese pequeño pijama rosa...  me sonroje, y enseguida me puse mi chaqueta que estaba en el sofá, Castiel sonreía, luego abrió por fin la boca y me dijo:

-¿No me vas a invitar a pasar?- tenía una mirada malvada, aún  así le hice entrar, hacia frio afuera.

-Castiel... toma asiento, ¿quieres un café?- pregunté tratando de olvidar toda mi vergüenza e incomodidad

-¿Solo eso me ofrecerás?, viéndote así podríamos pasar a cosas más serias- él no dejaba de observar mis piernas, yo puse mis manos frías sobre mis mejillas que ardían

-Mejor me iré a cambiar, espérame- le dije con una voz temblorosa, me dirigí a mi habitación, cuando él me agarró de la espalda y me sostuvo

-Hey... no te cambies, me gusta cómo te ves así, no lo arruines – estaba abrazando mi cintura, no podía voltear a verlo, me tenia sujetada muy fuertemente, hasta me asuste

-Castiel... suéltame... ¡hablas como un pervertido!- le dije mientras intentaba liberarme

-¿Eso te parezco?, sabes que no lo soy, eres tú quien me provoca... Luna – me giró y quedamos con los rostros frente a frente

-Castiel... - dije

-Luna...  - susurró mientras acercaba sus labios a los míos

-¡Ya basta!- grité y lo separé de mí, él me observó enojado.

-¡Basta tú con este jueguito sin sentido!, me observas siempre con ojos de que te gusto, pero al momento de querer dar un paso me corres!

-Castiel, aun no he tomado una decisión, estoy confundida... entiéndeme – le dije desesperada

-Claro... piensas que te crea eso, ¡estas tan confundida que te vas a besar con Lysandro a escondidas! – quede impactada con lo que acababa de decir, seguro nos vio hoy, no sabía que decir, quería que la tierra me tragara.

-....-

-¿No me dirás nada?, es cierto que ya escogiste a Lysandro hace mucho, debías habérmelo dicho, y dejo de perder el tiempo contigo- me lo dijo muy fríamente

-No es así... Castiel...

-Pues te diré algo más... Lysandro no es así, está actuando como yo lo haría, el en verdad se toma las cosas con calma, y las hace de otra manera.

-¿Qué quieres decir con todo eso?- pregunté

-Pregúntaselo a él... Lysandro tiene otros asuntos que resolver antes, tu solo eres un experimento para él, ya que como tal cual él es... no le han resultado las cosas bien en el amor.

-Castiel, espera, no me digas esas cosas tan... tan incoherentes, ¡dime que debo saber!

-Pregúntale a Lysandro, ah, y tu amiga Iris también lo sabe.- dijo con una sonrisa de maldad

-Gracias Castiel...

-No van conmigo las palabras de agradecimiento.- Se volvió a acercar y me clavó en los labios un beso corto, duro, pero con mucha intensidad- Se que este pequeño beso te ha gustado más que los de Lysandro- diciendo eso se marchó.

Me quede en mi cuarto tocando mis labios, y pensando... pensando que es lo que sabe Iris de Lysandro y que no me lo ha contado... y ...¿cuál es el secreto de Lysandro? ¡Valla día, no podre dormir bien!, por suerte es viernes.

Al día siguiente me pasé largas horas pensando que hacer, si preguntarle a Iris o directamente ir a hablar con Lysandro, pero por todo lo que ya me ha tocado oír... se que Iris no revelará nada de Lysandro, es una chica que guarda bien los secretos. A sí que me puse una ropa relajada, llame a Lysandro y quedamos de juntarnos en la gran plaza de la ciudad. Me fui en autobús, era un día muy animado por las calles, seguro que Lysandro no se esperará que un día así le pregunte ese tipo de cosas, pero no podía quedarme con la duda. Castiel lanzo su picadura de la duda sobre lo que yo pensaba de Lysandro, y debía aclarar la situación.