Capitulo 4

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Giselle no comprendió, o no quiso comprender, a qué se refería con eso de "hacer los honores". La chica creía que se referiría al primer golpe o algo así. Puso su cuerpo en tensión, cerró los ojos, esperando un puñetazo, una patada o un golpe, que nunca llegó. Demasiado tarde Giselle comprendió a qué se había referido la villana. Lo comprendió cuando notó los finos dedos de Karina recorrer su cuello.

Con un gesto brusco intentó impedir que le retiraran la máscara pero Karina con la otra mano le sujetó fuertemente el cuello. Esposada como estaba, poco podía hacer para evitarlo. Podía haberle pegado una buena patada, sus piernas estaban libres, pero por alguna extraña razón, su mente no tuvo el instinto para hacerlo. Era como su si voluntad de lucha poco a poco estuviera desapareciendo, dando paso a la resignación.

Lo que no sabía Giselle era que Winter, a través de las feromonas que exudaba su cuerpo y que ella estaba respirando, estaba empezando a controlar sus emociones.

- ¿Pero qué...?- Dijo Winter sorprendida al retirar la famosa máscara de murciélago.

- ¿Se puede saber quien mierda eres?- Exclamó Winter.- ¿Es que todas las heroínas son unas don nadie? Menuda decepción.

La melena pelirroja de la heroína ondeaba sobre sus hombros pero no ocultaba su rostro. Afortunadamente, ninguna de las chicas reconocía el rostro de Uchinaga Aeri.

- Esa cara me suena...- Dijo Karina causando un escalofrío en Giselle.- Creo que la he visto por la universidad, pero no sabría decirte quien es.

- Da igual.- Replicó Winter.- Coge el teléfono móvil, hazle varias fotos, sal donde tengas cobertura y publicalas en redes sociales. Tarde o temprano alguien la reconocerá.

- No... por favor.- Imploró Giselle mientras Karina ya había cogido el teléfono del maletín y se disponía a tomar algunas fotos.

- No ¿qué?- Dijo Winter.- Vamos a conocer tu identidad, por las buenas o por las malas. Me da igual que no seas nadie, quiero saber cómo te llamas.

Giselle estaba contra la espada y la pared. Si su rostro se publicaba en internet, tarde o temprano alguien la reconocería, y entonces su identidad circularía como la pólvora. Era eso... o confesar directamente su nombre ante esas dos chicas.

- Si les digo cómo me llamo... ¿qué van a hacer?- Imploró resignada.

- Bien, bien, eso me gusta más.- Dijo Winter.- Tranquila, no lo vamos a difundir, tienes mi palabra. Quedará entre nosotras tres y esas frías paredes. Mis chicos, a los que has vapuleado bien, aún estarán inconscientes durante varias horas, así que no se enteraran.

Por alguna extraña razón, Giselle confió en la palabra de Winter, su tono, la forma de expresarse... Por alguna razón, ella estaba receptiva a sus palabras.

- Me llamo...- La chica tragó saliva.- ...me llamo Uchinaga Aeri.

Ambas chicas soltaron una expresión de asombro. La joven y atractiva hija del policía más eficiente e incorruptible de la ciudad. Lo habían logrado, habían dado con una buena presa. Ahora Karina lo recordaba, era al poco de empezar la universidad, en la biblioteca coincidió con ella. Alguien le indicó que la atractiva pelirroja que captaba la atención de varios estudiantes, cursaba tercer curso de criminología. Si no le fallaba la memoria, Aeri tenía 25 años.

Karina se acercó a Winter. Giselle únicamente escuchó como le susurraba "tengo una idea" para acto seguido ambas chicas cuchichear en voz baja. Al cabo de unos minutos, Karina desapareció por la rampa del sótano mientras Winter se acercaba a ella.

- Mi compañera tiene que hacer un encargo. Mientras tanto tu y yo nos divertiremos un rato.

Al cabo de varias horas

La Cazadora De Super Heroinas 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora