One shots (Blue Lock y tú)

𝒮𝒽𝑜𝑒𝒾 𝐵𝒶𝓇𝑜𝓊

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Primavera. Esos escasos tres meses del año que te gustaría que fueran eternos. Las emociones y esperanzas parecían florecer junto con las flores en estos tiempos. Adorabas pasearte por los campos florales; admirar los frondosos árboles que recuperaban sus hojas después del largo invierno; observar a los animales salir de su letargo... Pero lo que más te gustaba era ver los cerezos florecer. Un momento mágico que guardas en tu memoria desde que tienes uso de razón, que pena que desde el complejo de Blue Lock no se pudieran admirar. 

Fuiste seleccionada por Anri para convertirte en su ayudante, ocupándote de los chicos y las lesiones leves que pudieran sufrir. Aceptaste este puesto ya que le tenías una gran estima a la mujer, pero no te diste cuenta de que te encontrarías allí retenida justo en la época del renacer de aquellos árboles. 

Tú ánimo había decaído considerablemente, y no había pasado desapercibido por los chicos de aquel experimento. Rumores se extendieron por el aire, nombrando causas de tu malestar: una ruptura amorosa? Una muerte de un ser cercano? Una mala nota...? Nadie sabía la causa, ni tampoco nadie reunía el coraje de preguntarte directamente. 

Las suposiciones llegaron hasta una de las mesas en el comedor de la primera prueba. Hablaban calurosamente a cerca de las causas, riéndose de vez en cuando por las ocurrencias que soltaban al aire queriendo hacerse los graciosos. Las risas y voces cesaron al sentarse el "líder" por excelencia de aquel equipo. Repasó con la mirada a todos sus compañeros y frunció el ceño, a la par que una de las venas de su frente se hacía notar.

- de qué hablabais con tanta elocuencia?- preguntó con voz demandante y ronca mientras colocaba los platos de su comida en perfecto orden-

- d-de nada importante- respondió uno de ellos. Su respuesta no había contentado al rey, y enseguida lo hizo notar-

- por la cuenta que os trae, malditos lacayos, ya vais cantando- añadió mientras cerraba el puño y lo hacía impactar contra la mesa, sobresaltándolos- 

- n-nos preguntábamos que le pasa a (t/n)!- acabó confesando uno de ellos-

La expresión del joven se relajó, y recorrió la sala con la mirada hasta dar con la chica, viendo como suspiraba a la vez que rellenaba unos informes. Se mostró pensativo mientras comenzaba a comer en silencio mirando en su dirección. 

Ambos jóvenes ya se conocían antes de entrar en aquello. Ambos iban a la misma escuela superior. Aunque no iban al mismo grado, teniendo uno de diferencia, ya habían interactuado con anterioridad debido a extraescolares que compartían. 

"Qué podría estar perturbando la mente de aquella chica tan risueña...?" Se preguntaba a la vez que introducía un pedazo de comida en su boca.

- Barou... Eso era mío- le reprochó uno de sus compañeros, ya que al parecer, no se había percatado de que había finalizado su comida y le había robado una gyoza a otro-

- jódete- dijo sin quitar la mirada de la joven aún-

Uno de aquellos chicos del equipo X se percató de las constantes miradas del rey a aquella chica. Sonrió socarronamente.

- no será... - habló alto, llamando la atención del chico de cabello extravagante- que gustas de ella?- en respuesta de su insinuación partió los palillos que tenía en su mano, provocando un escalofrío en el contrario-

- como no te calles lo próximo es tu columna- pronunció entre dientes con voz severa, para después marcharse, sin ni siquiera recoger su plato, intentando ocultar el sonrojo que se le había formulado en el rostro sin su consentimiento.