Veintiocho de diciembre, dos mil catorce:
"If you are reading this, it means that I have committed suicide and obviously failed to delete this post from my queue.Please don't be sad, it's for the better. The life I would've lived isn't worth living in… because I'm transgender. I could go into detail explaining why I feel that way, but this note is probably going to be lengthy enough as it is. To put it simply, I feel like a girl trapped in a boy's body, and I've felt that way ever since I was 4. I never knew there was a word for that feeling, nor was it possible for a boy to become a girl, so I never told anyone and I just continued to do traditionally 'boyish' things to try to fit in.
When I was 14, I learned what transgender meant and cried of happiness. After 10 years of confusion I finally understood who I was. I immediately told my mom, and she reacted extremely negatively, telling me that it was a phase, that I would never truly be a girl, that God doesn't make mistakes, that I am wrong. If you are reading this, parents, please don't tell this to your kids. Even if you are Christian or are against transgender people don't ever say that to someone, especially your kid. That won't do anything but make them hate them self. That's exactly what it did to me."
Traducción:
«Si están leyendo esto, significa que he cometido suicidio y obviamente he fallado en borrar este post de la cola.Por favor, no estén tristes, es para mejor. La vida que tenía no valía la valía la pena como para continuarla… porque soy transgénero. Podría entrar en detalle explicando por qué me siento de esta manera, pero esta nota probablemente será muy larga así como es. Para mantenerlo sencillo, me siento como una chica atrapada en el cuerpo de un hombre, y me he sentido de esta manera desde que tengo cuatro. No conocía una palabra para llamar a ese sentimiento y mucho menos si era posible para un chico convertirse en una chica, así que no se lo dije a nadie y continúe haciendo cosas tradicionalmente "masculinas" para intentar encajar.
Cuando tenía catorce, aprendí lo que significaba ser transgénero y lloré de felicidad. Después de 10 años de confusión finalmente había entendido quién era. Inmediatamente le dije a mi mamá y ella reaccionó de manera extremadamente negativa, diciéndome que era una etapa, que nunca sería una chica, que Dios no cometía errores y que yo estaba equivocada. Si algún padre está leyendo esto, por favor no se lo diga a sus hijos. Inclusive si es cristiano o está en contra de la gente transgénero, nunca se lo diga a nadie, especialmente a su hijo. Eso no hará más que hacerlos sentirse peor consigo mismos. Eso fue exactamente lo que generó en mí.»
-Leelah Alcorn.
(La carta es muchísimo más extensa de lo que este fragmento representa)
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Por él me suicido
Non-FictionNi lo idílico de mi ser ni toda mi ilusión pasarán al olvido.