Prólogo

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Alguna vez escuché a alguien decir que las chicas estúpidas se enamoran de chicos más estúpidos, vaya genio.

Los altos y bajos, las cartas con corazones rojos y las citas en las que te dejan plantada, siguen siendo parte del amor. Algún día te sentirás tan libre que podrás apreciar el color rojo sobre la flor más opaca y la harás brillar con un simple toque.

Mi destino es escribir sobre como he sobrevivido y el sentido que el amor tiene en mí, es más allá de lo que intento transmitir, pero las palabras me salvan para ofrecer ese lado que no puedo mostrar con una sonrisa o una lágrima.

Ingresa a mi mundo y a toda la magia que lo rodea, estaré feliz de que me conozcas un poco más, que conozcas nuevas y delicadas fases de mi vida, de las que aprendí y de las que intento aprender. Será un largo viaje, no mueras hasta que mi historia haya terminado…

Los poetas malditos nunca mueren IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora