— Madre, padre, que oportunos — Kamisato Ayato saludó sintiendo una vena palpitar en su sien. Esperaba un poco más de diversión antes de verlos bajar.
Todos notaron como Venti agachaba el rostro a penas un poco. Habían hábitos que pasara lo que pasara nunca se perdían. No importaba que tanto vómito verbal o no quisiera soltar, en realidad no salía nada de sus labios.
— Perdonanos por la falta de modales de este niño — Zhongli prestó atención un segundo a las dos personas nuevas y no tuvo que ser muy inteligente para notar el parentesco, Venti era una réplica menos delicada de su madre, pero todo estaba ahí, su cabello oscuro, los ojos verdes, el cuello de cisne, la piel de perla y los labios de fresa.
— Nada que no conozcamos de antes — El padre de Venti apenas pareció hacer un gesto de burla ante lo que el tal Kamisato había dicho.
Zhongli abrió de nuevo la puerta de los asientos traseros listo para meter a Venti aunque fuera a la fuerza. No porque se resistiera, si no porque parecía solo una estatua enojada.
— ¿A dónde vas? — La mano de ese hombre rodeó con facilidad la muñeca de Venti no dejándolo moverlo. Era apenas de la misma altura que Zhongli, pero su cuerpo corpulento y el fuerte olor a tabaco podían intimidar a cualquiera, su hijo no era la excepsión. Zhongli miró al rostro de esta persona con fastidio esperando que retirara su mano. — Me has hecho enviar al abogado decenas de veces a tu oficina porque no quieres reunirte conmigo pero igual los corres — Continuó hablando con su voz grave, con desdén hacía Venti. — Sé un hombre.
La mujer pareció murmurar algo hacia su esposo pero fue más ignorada que el aire.
— Soy un hombre, jodido imbécil. — Venti arrancó su voz desde dentro para soltar aquello. Su cabeza estaba dando vueltas. ¿Le pegaría de nuevo? ¿Reventaría su boca con una cachetada como antes, delante de Ayato y Zhongli? Lo deseaba.
El hombre siseó divertido al menear la cabeza de un lado a otro — Cuida tu tono, niño, te gusta morder la mano de quienes te dan de comer y cuidan de ti, como un malagradecido —
Zhongli observó el rostro de aparente alegría y diversión de Kamisato mientras jugaba con sus propios anillos. ¿Quién era él? ¿Qué representaban todos ellos en la vida de Venti? Nada bueno, se dijo.
— Solo déjalo — La delicada voz de la mujer se alzó temblorosa. Su mirada verde era casi idéntica a la de Venti, enmarcada con todas esas pestañas oscuras y largas, pero la tristeza en su mirar era tan palpable, que dolía. Verla dolía.
Era extremadamente hermosa, como una muñeca de porcelana gastada, era imposible no haber escuchado alguna vez en la universidad que la mamá de Venti había sido reina de belleza. Pero que hubiera terminado del brazo con este hombre tan asqueroso revolvía el estómago de Zhongli.
— No, que escuche su... amante la mierda de hijo que los dioses de celestia me dieron, no sé qué hice mal para que de mi sangre algo como eso saliera.
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What if i said - ZhongVen
FanfictionDonde ambos son parte del comité estudiantil de la universidad. Zhongli el presidente y Venti el sub presidente. Ambos tienen esta relación de estira y afloja. Después de que Zhongli confiese su amor por Venti en medio de una junta del comité, co...