VI. If you cant say no

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— Zhooongli~ — Siguió canturreando el menor frente al otro. El maestro se mantenía como un reptil quieto, cómo si le hubieran puesto pausa. Venti estaba empezando a molestarse.

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Zhongli sintió frío cuándo de verdad era Childe, su amigo, en esa foto abrazado junto a Venti. ¡Hasta iban del mismo color! El menor pasaba uno de sus brazos por la cintura del pelinaranja y su amigo lo rodeaba con ambos brazos de los hombros. ¿Era esto una conspiración del destino? Su mente no dejaba de mantener la foto en bucle. Se sentía herido, molesto. No supo cuantos segundos bastaron para que su cuerpo lograra destensarse un poco, pero cuando sucedió, el de ojos verdes le miraba fijo. El móvil con la foto ya no estaba y el sol empezaba a verse naranja a través de los tejados.

— ¿Todo bien en tu viaje astral? — refunfuñó con un ceño fruncido.

— ¿De verdad Childe se fijó en ti? ¿En ti? — preguntó con una mueca, la manera en como el alto formuló aquello hiriendo al otro, hablando como si se tratara de una cosa fea. Y aunque Venti no dijo nada en el momento, sus ojos llorosos encendieron las alarmas en Zhongli, mostrándole su error.

Suspiró nervioso por haber metido la pata y se rascó detrás de la oreja mientras un silencio incómodo se formaba alrededor de ambos. — No quería decirlo de esa forma, perdón. Me refiero a que Childe no es g-

— No des por sentado cosas de la gente Morax — Bramó con un tono grave y duro Venti, limpiándose con el antebrazo el par de lágrimas que se le escaparon. ¿De esa manera lo veía el alto? — Era una broma de todas formas, Childe no sale conmigo, sale con mi mejor amiga y siempre salimos los tres. Imbécil — Farfulló abultando los labios como un bebé, sintiendo la ira bajar de sus pulmones y volverse algo pesado y acuoso. — ¿Por qué eres tan cruel? agh...

— No pretendía ofenderte, es solo que me sorprendió porque Childe siempre se la pasaba diciendo cuánto le gustaban las mujeres — quiso excusarse el alto sin dejar de sentir la presión del aire a su alrededor por la grosería que hizo. Ya imaginaba como Venti no volvería a hablar nunca más con él, y no sabía si eso era más malo que bueno.

— Sisi, bueno, eso no quita lo grosero que sonaste, y ya te dije que fue una broma — rodó los ojos con el corazón oprimido — anda firmame esto para que pueda irme.

Venti puso una carpeta de cuerina sobre el escritorio para reafirmar sus palabras, así que sin mirarlo volvió a sentarse tras el mueble y sacó su pluma negra después de darle una leve ojeada a todo aquello, conocía el contenido después de charlarlo con los demás maestros involucrados anteriormente, estaba de acuerdo con el contrato, eso no quitó que le diera una última revisada para cerciorarse antes de firmar. Su boca sería una tumba en cuanto a Bárbara se refiriera. Empujó de nuevo la carpeta hacia el menor una vez estuvo listo.

— Gracias por el tiempo maestro, con su permiso, me retiro hasta nuevo aviso — hizo una reverencia el de cabello negro al guardar los papeles con una prisa anormal.

— Oye, lo siento, enserio — Se apresuró a decir levantándose del asiento con las manos sobre la madera del escritorio.

— Está bien, de todas formas tengo que llegar a casa, supongo que te veo después — Mencionó hundiéndose de hombros forzando a sus labios en una sonrisa suave que no tenía ganas de brindar, talló su pecho por un dolor que en realidad se concentraba en un punto viejo de su corazón. Un punto que había deseado no volver a despertar.

El aire del salón pesó en el pecho de ambos con cada inhalación en que el menor se apresuraba a salir de ahí paso tras paso. Zhongli no quería que las cosas quedaran de esa manera, si no hacía algo ahora estaba seguro que esa amistad a medias que habían estado construyendo se iría a la basura. Los latidos del corazón le gritaba por toda la cabeza moverse rápido, habían sido muchas veces en que ambos estuvieron en situaciones similares, y en todas y cada una de ellas se dejaban ir, por falta de interés o por pena. Los cambios comenzaban también de paso en paso. Así que con zancadas largas siguió a Venti para hablarle y detenerlo antes de que sus delicados dedos se atrevieran a tomar el pomo de la puerta vieja.

What if i said - ZhongVenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora