nota: si bien este es un capítulo fundamental para el seguimiento de la historia, lo alargue saliendo un poco de la trama principal. es más una carta para todas las personas fanáticas y, por que no, solo oyentes, de una de las bandas más importantes del país. si no están tan familiarizados con Soda Stereo, capaz les sea solo un capitulo más. aún así, espero que lo disfruten igual.
Septiembre de 1997
El abrigo de piel sintética de animal, las Dr Martens, los Marlboro y unos lentes negros tan grandes como para tapar la mitad de su rostro no lograban transmitir armonía en aquella noche, ya primaveral pero aún fría, en la ciudad de la furia.
—Esto tiene que ser un chiste de mal gusto— Exclamaba Lola, con frustración— ¡No se nos puede pinchar la rueda justo ahora!—¡Bueno, nena!— Se defendía Pablo, igual de saturado por la situación— ¡No es mi culpa que haya pasado esto!
Lola, intentando mantener la calma, suspiró. Su fuerte actitud no impedía que perdiera la cordura en momentos de gran estrés. Es decir, si; si estaba nerviosa, estresada, a punto de explotar pero sabia controlarse. No como Pablo, que a pesar de su personalidad tranquila y reconfortante, era una bomba de tiempo que explotaba cuando algo iba mal. Lola sabia como tratarlo en escenarios como ese, escenarios en donde Pablo se desesperaba con facilidad y no hacía más que ponerse a la defensiva.
—Pablo, no es tu culpa, no dije eso —Se defendió rápidamente— Es que desde la mañana que nos pasa de todo y, justo ahora que estamos yendo para el recital, tiene que pasar esto. Yo también puedo estar frustrada.
—¡Pero parece que tiras ese comentario como si fuese mi culpa, nena! — La voz chillona de Pablo retumbaba en las calles oscuras de Buenos Aires que, por suerte, impedían que Lola quedara expuesta cuando rodó los ojos en señal de no soportar más a su amigo.
—Pablo, por favor —Dijo Lola —Te estas persiguiendo. Cerca de acá hay un taller, la llevamos ahí y arreglamos la moto. Listo. Capaz lleguemos un poco más tarde pero tampoco es el fin del mundo.
Quien debería estar desesperada era Lola. Desde que se levantó hasta pocas horas antes de ver el último concierto de Soda Stereo, el universo pareció conspirar en su contra. La máquina de café se rompió, el perro se escapó, le intentaron robar, la guitarra se desafinó y ahora la moto se pinchó.
El día tan esperado había llegado. Lola no durmió la noche anterior por las ansias que manejaba. Nunca pudo asistir a un concierto de su banda favorita y, aunque este seria el último de ellos, era el primero de Lola viendolos en vivo. Todo gracias a su mejor amigo, Pablo. Quien estaba irritable esa noche debido a toda la acumulación de estrés de ese día.
Sabía que el enojo de Pablo era por querer tener todo bajo control, pero no se percató de que el universo no siempre va en la misma dirección de los deseos de uno. Pablo, intentado calmarse, respiraba lentamente para desvanecer su enojo, al mismo tiempo que tomaba los lentes de sol que Lola le extendía -por alguna razón, creían que era posible pasar desapercibidos solo con un par de lentes negros en medio de la noche-
Tal como dijo la guitarrista, cerca de la zona encontraron un taller de vehículos.—Hola, buenas noches...— La menor saludó esperando una respuesta. Un hombre mayor, con la cara manchada de negro, los atendió con amabilidad.
—¡Buenas noches! Diga, ¿en qué la puedo ayudar, señorita?
Pablo iba detrás con la moto, recién entrando al taller.
—Se nos pinchó la rueda de la moto, queríamos saber si nos puede ayudar. Es un poco urgente...
El mecánico se acercó a revisar el vehículo. La cara que puso no tranquilizo en absoluto a los dos menores que pedían ayuda.
—Y... miren, no solo se pinchó la rueda, el motor está medio hecho poronga, bastante descuidado — Pablo tenía una mezcla de vergüenza y enojo habitando su cuerpo — Yo la puedo arreglar recién mañana, además me agarraron justo por cerrar ¿Viven lejos de acá?

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1990 | Pablo Aimar
FanfictionPablo y Lola tenían un sueño en común: dominar todos los estadios del país. Pablo, como uno de los mejores futbolistas de su generación. Lola, como la próxima cantante de rock nacional más importante de Argentina. De Río Cuarto a Capital Fede...