Atrapando al cuervo || ChanSoo [Terminada]

V

Pese al inmenso mar de problemas que se había formado en la estación lo cierto que Chanyeol solo dio un gracias, le ofreció los detalles a su superior Junmyeon y salió como alma que lleva al diablo a su hogar. Manejo con prudencia mientras su mano acariciaba el muslo de Kyungsoo por todo el trayecto.

La falsa calma que demostraba su rostro se fue al carajo cuando le dio llave a la puerta de su hogar, de inmediato se abalanzó contra el pequeño cuerpo de Kyungsoo. Se adueñó de sus labios y con cariño le quito cada una de sus prendas, el cuerpo del menor ardía con cada toque ofrecido por las amplias y grandes manos de Chanyeol. Se retorció de placer contra su cuerpo y abrió sus piernas para poder deshacerse de su jean ajustado oscuro y de cada molesta prenda que le impedía sentir más.

Era como si un dique colapsará y los sentimientos suprimidos por Chanyeol cayeran a un precipicio, uno que no era oscuro y el cual era tan cálido que le hacía sonreír. Kyungsoo jalo de los brazos al mayor para motivarlo a hacerlo suyo en el confort de la cama.

Ambos cuerpos desnudos cayeron sobre la cama, Kyungsoo bajo el musculoso cuerpo del detective. Chanyeol liberó sus labios solo para morder su cuello y separarle las piernas, pese al afán y deseo encarnado dentro de su pecho por hacerse uno con Kyungsoo sus movimientos y acciones eran sumamente tiernas. Sus dedos se encargaron de preparar el culo de Kyungsoo y sus labios funcionaban como un elixir que calmaba cualquier signo de molestia o dolor por parte del menor.

La sinfonía de sonidos placenteros fueron acompañados del eco provocado por el chapoteo de los dedos de Chanyeol en el interior del cuerpo de Kyungsoo, tan delicioso, tan placentero. Algo que ninguno de los dos había experimentado.

—Chanyeol.... Te amo... —, jadeo Kyungsoo cuando la dura erección de Chanyeol se deslizo por su anillo de músculos.

—Te amo, Kyungsoo... mi pequeño, te amo tanto —, murmuro contra sus pezones.

Estaban totalmente entregados el uno al otro, Chanyeol saboreando y grabando cada lunar y curva en el cuerpo de Kyungsoo, mientras el menor intentaba calmar los latidos de su corazón y recordarse que no era una de sus fantasías sino que era la realidad.

—Te amo, te amo — repitió Chanyeol con cada embestida la cual pasaba de un ritmo lento a uno acelerado.

—Mmmhg.... Justo ahí mi amor...

—Dilo de nuevo...

—Mi amor, ahí, te mueves tan bien.

El estómago de Chanyeol se sintió extraño, era una especie de corriente placentera que lograba endurecer aún mas su miembro y al mismo tiempo calentar su rostro. ¿Eran las famosas mariposas? ¿Un hombre tan mayor como él hasta ahora experimentaba eso? Eso quería decir que durante tanto tiempo su corazón le perteneció única y exclusivamente a ese pequeño delincuente, por ello le daba igual estar soltero porque nada tenía sentido sino se trataba de Kyungsoo.

—Mi vida, Kyungsoo... estoy a punto.

—Hazlo dentro, cariño.

—Joder, amo que seas tan cariñoso. Es la primera vez.

—La primera... de muchas, te amo y a quien amo lo trataré con dulzura.

—Endulza entonces mi insípida vida.

Los dos rozaron sus narices, besaron sus labios mientras llegaban al orgasmo con una diferencia mínima de doce segundos.

Chanyeol era un detective lleno de estrés y Kyungsoo un delincuente de crímenes menores, pero nada de eso tenía relevancia cuando estaban en la comodidad de su hogar. Juntos.

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La sonrisa en el rostro de Chanyeol era enorme, Junmyeon le miró fijamente y negó con la cabeza.

—Me das asco —, escupió Jongdae corriendo lo más rápido que pudo antes de que Chanyeol le golpeara.

—¿Se nota tanto?

—¿Qué estás enamorado? Sí, se nota. Sabes que ninguno va a molestarte por tu reciente aventura, pero te pido que en el momento que pongas un pie en esta jefatura tu cabeza este únicamente centrada en resolver el caso del cuervo.

—No tienes que recordármelo. No hay nadie que quiera resolver más rápido ese caso que yo.

—¿Alguna motivación?

—Si —, respondió sonriente —. Quiero establecerme con Kyungsoo, que el mundo se vaya al carajo mientras el sostenga mi mano lo que nos reste de vida.

—Oh dios...

Junmyeon soltó una risa, extendió una carpeta al alto y cambio su expresión a una totalmente seria.

—Lo que mencionaste ese día, tu corazonada nos está llevando al camino indicado. El hombre que atrapaste se llama Jooheon, es uno de los esbirros de cuervo. Al parecer no es que sea un tipo muy inteligente, sino que tiene a seguidores con problemas mentales similares a los suyos. Jooheon se encargaba de limpiar la escena para evitar que quedaran huellas de cuervo.

—No parece lógico entonces que atraparlo fuera tan sencillo.

—Y no lo es, Jongin ha logrado sacarle excelente información y... son cuatro asesinos con cinco objetivos definitivos.

Chanyeol abrió los ojos, Junmyeon le tomo del brazo invitándolo a ingresar a su despacho. El alto no tardo en seguirlo y sentarse frente a su superior.

—¿Cómo que cuatro asesinos?

—El cuervo es una sociedad pequeña de asesinos, todos son coreanos nacionalistas tradicionales cuyos abuelos sufrieron en el periodo de conquista japonés.

—Resentimiento.

—Así es, uno de los cuatro miembros líderes del cuervo posee un fetichismo extremo con el gore. Por ello cada crimen no se relaciona explícitamente con el otro, por eso podemos estar en una escena de crimen y al otro lado de la ciudad...

—Comprendo —, interrumpió estirando la mano y suspirando —. ¿Cuáles son los cinco objetivos?

—El primer objetivo, la restructuración coreana. El segundo, consagración en la sociedad criminal asiática. El tercero, apoyo económico por la mafia coreana. El cuarto, aumentar el número de miembros. El quinto.... — Junmyeon realizó una profunda pausa, miró el rostro de Chanyeol y con voz firme reveló —... la renuncia de Park Chanyeol como detective de crímenes violentos.

—Oh vaya, la verdad son buenos objetivos.

—¿De qué diablos hablas?

—Renunciare con gusto, pero primero los atrapo. Nunca dijeron cuando debía renunciar.

Los dos rieron suavemente. Chanyeol solo levantó los hombros y suspiró.

—Por eso es que Jooheon....

—Comprendo, jefe. No se preocupe. Han dado un paso en falso.