III

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La sabana blanca no dejaba de moverse de un lado a otro, Kyungsoo termino por soltar una fuerte carcajada por la forma en la que Chanyeol intentaba acomodarse en su cama. El mayor río debido a la vergüenza, se dio por vencido antes de decidir recostar la cabeza en el pecho del dueño de casa y dejar que sus pies descansaran casi fuera del colchón.

—Eres muy alto, encógete ya.

—Tú deberías de crecer más —, menciono cansado debido a otro día infructífero en su investigación. Froto incesantemente su mejilla en el tibio pecho del menor y con sus brazos le apretó contra él —... pensándolo bien, no crezcas más. Es cómodo así.

—Me tomas por almohada.

—Tienes el tamaño de una.

—Tonto —, menciono cariñosamente Kyungsoo. Con su mano derecho empezó a acariciar el suave cabello castaño del alto. Humedeció sus labios y se obligó a sí mismo a cerrar los ojos para calmarse.

Do Kyungsoo tenía sus ojos en Park Chanyeol, para nadie era un secreto pues el menor era extremadamente evidente ni siquiera Kim Junmyeon había pasado eso por alto. El único que parecía sin darse cuenta de los vividos sentimientos del pequeño de grandes ojos redondos y labios regordetes era el mismo dueño de su corazón. Inicialmente había iniciado como simple admiración por el hombre que le salvo, pero a medida que lo conocía más se daba cuenta que era todo lo que él consideraba como "su príncipe azul", aunque técnicamente él mismo no fuera una princesa y la vida no fuera un cuento de hadas.

Pese a la dura realidad que había tenido que afrontar luego de la muerte de sus padres y quedar huérfano con cientos de deudas soplándole en el cuello, estar bajo la tutela de Chanyeol era agradable. Vendía droga, pero nunca la había consumido, aprendió la jerga de las calles y a vivir con lo mínimo, pero si había algo a lo que jamás podría acostumbrarse era al calor que le subía a las mejillas cuando olía el masculino aroma del detective.

Justo en ese instante creía que sufriría un paro cardiaco, como si no fuera suficiente tenerlo en su casa desde hacía una semana estaban compartiendo cama. A veces olvidaba que había un asesino serial rondando su casa y se concentraba únicamente en como el sensual cuerpo de Chanyeol se paseaba de un lado a otro en paños menores o solo con una delgada casi transparente toalla blanca. Agradecía a los cielos no haber aceptado el regalo de su amigo Oh Sehun que era una colección de toallas Premium o el incentivo de ventas de su jefe Minseok con el que le propuso comprar una cama King size.

Estaba tan feliz que le era casi imposible disimular su sonrisa torpe en las mañanas, en la tarde, en la noche. ¡En cada momento de su día!

—Kyungsoo... —, murmuró Chanyeol volviendo a revolverse, pero esta vez para abrazar con sus piernas el cuerpo del menor —. ¿Puedes dejar de vender droga?

—Ya hablamos de eso.

—No puedes abandonar el negocio porque no es posible que encuentres un empleo con horario tan flexible y que te permita vivir cómodamente además de pagar las deudas de tus padres, lo sé. Pero ... creo que existen otros modos menos invasivos para trabajar.

—¿Quieres que venda fotos de mi culo?

—¡No! — Se escandalizó de inmediato alzando su tono de voz, apretó más a Kyungsoo y suspiró —. Tengo miedo que alguna pandilla te haga daño, ese día no logré protegerte por completo y ahora tienes una herida en el rostro... Seúl cada vez se llena más de locos, ahora es el cuervo pero en un futuro puede ser otro, luego otro y normalmente las personas que están más tiempo en la calle son el primer blanco.

—No soy débil, me enseñaste a defenderme.

—Pero no es suficiente, nunca nada es suficiente para proteger a quienes amas.

Kyungsoo parpadeo lentamente, detuvo sus caricias en el cabello de Chanyeol intentando procesar sus palabras pero solo logró asentir con una sonrisa volviendo a darle mimos al mayor.

—Entiendo eso más que nadie, mis padres murieron por algún loco que simplemente le pareció muy divertido arrollar a dos adultos en la carretera y este estúpido país de porquería solo lo condeno a cinco años con posibilidad de reducción de condena solo por colaborar con la investigación. Así que comprendo lo que dices, pero no deberías ser quien me recomiende eso cuando precisamente tu estas exponiendo tu vida. Esos locos normalmente se obsesionan con un detective.

—Eso pasa en las películas.

—Y en la vida real, Chanyeol. No quiero ir a otro funeral en mi vida, menos si es el tuyo... me niego a enterrar tu cuerpo y dedicarme a llorar todo lo que me resté de años pensando en ... lo que pude haber hecho para evitarlo. No seré como tus ex novias, pero si estoy de acuerdo en algo con ellas es que... ese trabajo te consume y te estás perdiendo de cosas importantes en tu vida por algo que ni siquiera lo haces por amor a la labor.

—¿Crees que no tengo vocación?

—Creo que estás cansado, cansado de que todo siga igual. De que todo sea una rutina y desfile de locos. Que el gobierno no haga una puta mierda por ayudar a los débiles, por realmente hacer planes de ayuda psicológica y psiquiatra a esos criminales, que lo único que los mueva sea intereses personales. Dinero, dinero —, mencionó con frustración —. Noto en tus ojos como algo que antes te hacia llorar ahora es solo un suspiro de cansancio más, dices que nada de esos crímenes te afecta... pero Dios mío, te he escuchado y sentido en las noches sollozar por eso.

Kyungsoo detuvo los mimos en el cabello de Chanyeol para tomar su rostro y acariciar sus mejillas.

—Por primera vez en tantos años es la primera vez que tú me sermoneas a mí.

—Chanyeol, mi ultimátum será diferente al de esas...— suspiró evitando hacer nuevamente mención de las exparejas de Chanyeol —... si quieres que deje de vender droga entonces deja ese trabajo, eres inteligente y has hecho demasiado por la nación como para que te nieguen la pensión adelantada o... bueno en temas como esos no conozco mucho, pero puedes pedir el reintegro a una unidad menos arriesgada. Una que te permita dormir ocho horas al día, tener un día a la semana para estar con tu familia y comer comida caliente en las noches, que puedas tomar un baño de burbujas el sábado e irte de vacaciones como una persona despreocupada una vez al año. Incluso usar los feriados para salir a una ciudad cercana, tomar algo de alcohol... si tu consideras abandonar tu trabajo, yo prometo dejar el mío. Buscaré empleo en algo decente, no sé.. construcción o algo así...

—No.

—¿Disculpa? ¡Es que...!

—No vas a trabajar —, interrumpió Chanyeol —. Vas a tomar ese curso de repostería que tanto mencionas, y te ayudaré a vender postres. Trabajaras desde casa luego de graduarte. Yo... ahora mismo no puedo pensar en renunciar, primero debo atrapar al maldito cuervo, pero tan pronto lo haga puedo pedir una transferencia al equipo de logística de pruebas. Tienen un horario prácticamente de oficina... si eso hará que dejes de arriesgar tu vida, entonces lo haré.

—No seas mentiroso.

—No lo soy, este caso no es totalmente diferente a otros que he tenido. Pero...

Chanyeol sonrío ligeramente, volvió a recostarse sobre el pecho de Kyungsoo cerrando sus ojos intentando pasar por alto sus propios pensamientos.

—¿Vas a dormir? Me vas a dejar con la duda.

—Si atrapo al cuervo entonces te lo diré. 

Atrapando al cuervo || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora