Atrapando al cuervo || ChanSoo [Terminada]

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¿Las cosas realmente iban a terminar de esa manera? Sus ojos eran incapaces de enfocar un punto concreto de la habitación, sus pies dolían. Jongdae las había golpeado en repetidas ocasiones y con un bisturí le había cortado los ligamentos de sus tobillos, incluso si sobrevivía dudaba que podría volver a caminar de manera normal.

Sus brazos estaban amarrados a la cabecera de la camilla de parto, su abdomen estaba siendo abierto por el hombre de sonrisa gatuna, con tristeza cerro los ojos. Lo mas seguro es que su chico lo encontrara muerto. La imagen de un Chanyeol enloquecido por ver su cadáver frío le hizo erizarse.

—Por favor... no dejen que Chanyeol vea mi cadáver, no lo dejen....

—No eres nadie para pedir por él —, mencionó Jongdae sosteniendo su rostro —. Escucha bien, nadie.

—Él... tiene razón en un punto —, Junmyeon mordió su labio mirando a su alrededor. Minseok le miró fijamente comprendiendo de inmediato lo que eso causaría en Chanyeol, ese brillo de alegría de sus ojos se iba a manchar.

¿En que habían estado pensando para caer en el juego de Jongdae?

—Jongin... si amas a Junmyeon como dices amarlo para ser capaz de ensuciarte las manos entonces entenderás lo que le causara a Chanyeol si me ve muerto, sabes... sabes lo mucho que lo amo ¿Tú lo sabes? —, dijo con lágrimas en los ojos —Yo lo amo, lo amo tanto que incluso aunque sea mal visto en esta sociedad... quiero un hijo suyo.

Jongin agacho la cabeza, si él hubiera sido menos cobarde, tal vez en un mundo alterno él habría decido luchar por el amor de Junmyeon en vez de dejarse lavar el cerebro por Jongdae y su plan absurdo de destruir aquella espina que hería el corazón del hombre mayor que le había robado el aliento a él.

—¡No lo escuchen, carajo! ¿No ven lo que intenta hacer? Quiere que me traicionen... más les vale recordar que han sido mis cómplices en todo esto.

—¡Puedo decir que el único que me amenazó e hizo daño fue Jongdae! Ustedes me rescataron, prometo no decir...

Jongdae golpeo el rostro de Kyungsoo varias veces terminando por enterrar el bisturí en su muslo, le lanzó de la camilla y le pateó el estómago haciéndolo retorcerse de dolor.

—¡Por una mierda! Se mueven un centímetro y juro que los mató a todos.

Minseok dio un paso hacia atrás, Jongdae sonrío maliciosamente levantando su mano haciendo que el pitbull se pusiera en posición de ataque.

—Solo... calmante, no vamos a dejarte solo en esto. Ya estamos sucios hasta el cuello, sería ridículo darnos por vencidos ahora que ya tenemos al culpable de nuestro dolor aquí contra las puertas del infierno.

La voz calmada de Junmyeon logró calmar a Jongdae quien asintió, tomó un sorbo de su taza de café arrojando el líquido caliente sobre el pecho desnudo de Kyungsoo.

—¡Ahhhh! ¡Entonces mátame ya! Maldito imbécil... ¿quién sería capaz de hacerle daño a quien ama por su falta de ego?

—Todos los seres humanos le hacen daño a los demás, que yo lo haga de esta manera no significa que tú no hayas herido a alguien por culpa de tu egocentrismo. No seas tan idiota, todos somos iguales.

—Te comportas peor que un animal.

—Sé lo que estoy haciendo, si intentas decir que estoy mal de la cabeza.

—Que sepas que lo haces está mal te hace peor, estúpido Jongdae. Jamás, escúchame... jamás podrás superar a Park Chanyeol.

—¡Cállate!

—Vamos, asesíname. Eso no cambiara el hecho de que mi novio siempre te va a superar.

Dicho esto, Jongdae tomo el bisturí, lo colocó en el cuello de Kyungsoo y con una mirada llena de odio pronunció.

—Saluda a mi padre en el infierno.

¡Bang!

El estridente sonido hizo que el pitbull empezara a ladrar, la sangre se deslizaba por el pecho de Kyungsoo, sus ojos estaban inmóviles, tembló ligeramente y al salir de su asombró notó como el cuerpo sin vida de Jongdae caía prácticamente sobre él.

¡Bang, bang!

—¡Junmyeon! — Jongin protegió a Junmyeon recibiendo un impacto de bala en su espalda.

El perro siguió, luego Minseok quien intentó saltar por la ventana. Kyungsoo como pudo empujo el cuerpo inerte de Jongdae. Nuevamente, como si fuera en cámara lenta vio a su amado novio ingresar con un rifle en los brazos, su galán tenía las cejas fruncidas. Sin escuchar explicaciones propino un nuevo disparo al cadáver de Jongdae, dejo el arma de aun costado cargando con ternura a Kyungsoo.

Detrás de él un equipo táctico se aproximó a la escena, Chanyeol cubrió los ojos de Kyungsoo en el momento que los nuevos disparos resonaron en el lugar.

—¿Qué pasa?

—Shh... vamos a ir al hospital.

Kyungsoo se dejo cargar por Chanyeol, tembloroso y acurrucado como un bebé no se apartó de su musculoso cuerpo aunque las enfermeras le trataron amablemente, Tenía miedo, demasiado miedo de despertar y estar nuevamente en las garras de Jongdae, del maldito cuervo.