VII

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Kyungsoo había decidido tener en consideración las mil y un advertencias dadas por el mayor, tan pronto su amado novio se fue echando humo por las orejas, él se encargó de revisar con sumo cuidado que los pestillos de las ventanas estuvieran cerrados, que las puertas tuvieran candados, encerrarse en la habitación luego de haber cenado y tener un cuchillo de cocina lo más cerca posible además del número de emergencia de la policía en marcado rápido, es decir, el número personal de su novio.

Claro que no se había molestado cuando a punto de iniciar con lo realmente placentero su novio tuvo que dejarle, pero desde que este se había marchado no había podido dejar de tener un puchero. Suspiró al acostarse a la cama, abrazó con sus brazos y piernas la almohada del mayor mientras enterraba su nariz en las cobijas intentando percibir la fragancia masculina del mayor.

—Te extraño tanto... realmente te necesito aquí conmigo, amor. Diablos... enserio quiero que atrapes a esos enfermos rápido, quiero estar pegado a ti como un chicle.

Desde el silencio de la habitación escucho el pestillo de la puerta, el sonido de llaves de su novio y como el alto le llamaba con voz aterciopelada. Miró la hora en el reloj de la habitación, sería imposible que en media hora hayan terminado la reunión. A pesar de escuchar la voz de su amado detective, se sentó tomo el cuchillo quedándose totalmente alerta.

La puerta se abrió, Chanyeol sonrío al ver la expresión sorprendida del menor.

—Buen chico... desconfía incluso hasta el último momento mi amor.

Kyungsoo abultó más los labios, dejo el cuchillo en la mesa de noche antes de dar un salto de la cama y treparse por el fornido cuerpo del mayor. Sus piernas atraparon la cadera del alto y su rostro se hundió en su pecho.

—Amor... regresaste pronto.

—Me escape.

—¿No te van a regañar?

—Justo ahora agradecería incluso si me despiden...

Chanyeol camino hacia la cama recostando el cuerpo de Kyungsoo, con prisa le quito la ligera pijama de lino que cubría la desnudez del menor y con menos cuidado lanzó su placa y ropa a los pieseros de la cama.

Sus cuerpos ardieron de inmediato, Kyungsoo estiró su mano para poder acariciar los abdominales de su novio y sonrío torcido al sentir que los largos dígitos de Chanyeol se colaban entre sus glúteos e ingresaban en su cavidad.

—Mmmh, estas tan desesperado Channi.

—He estado imaginando mil formas de hacerte el amor mientras conducía hacia aquí, así que si me notas desesperado es porque sí, estoy jodidamente desesperado por tenerte bajo mi cuerpo envuelto en gemidos.

Kyungsoo suspiró por las palabras del alto, las manos de Chanyeol se sentían contra su cuerpo como fuego ardiente, de alguna forma creía que con solo sus palabras podría llegar al orgasmo, meneo su cadera abriendo a la par más sus piernas dándole acceso al enorme y duro miembro de su chico. Un chillido más bien placentero salió de su garganta, sus uñas marcaron la ancha espalda de Chanyeol.

Sus narices se rozaron, Chanyeol tenía una sonrisa dulce a pesar de que sus dedos ahora estaban dejando huella en las caderas de Kyungsoo.

—Te amo... diablos, no te has movido nada, pero se siente...

—Bien, se siente delicioso —, respondió Chanyeol iniciando un lento movimiento de cadera, pero que fuese despacio no significaba que fuera suave.

Sacaba por completo su miembro para después meterlo de inmediato, su respiración agitada se combinaba con los pequeños gemidos emitidos por los rosados labios de Kyungsoo. Se besaron, enredaron sus lenguas a medida que sus cuerpos eran bañados por una fina capa de sudor.

Los cargados testículos de Chanyeol golpeaban el culo de Kyungsoo, eso le gustaba demasiado al menor por lo cual provoco al mayor apretando el miembro en su interior.

—Mmmh...

—¿Te gusta Yeollie?

—Me encanta...

—Sé que es absurdo... e imposible, pero ...

—Dime —, paso a dejar besos en el cuello y cerca de la oreja de Kyungsoo. El menor tembló y cerró los ojos antes de confesar con voz temblorosa.

—Embarázame...—Chanyeol se detuvo —. Por favor, hazme un bebé... no me dejes tranquilo hasta que un bebé de los dos comience a crecer en mi pancita. Necesito... un bebé tuyo.

Kyungsoo estaba tan avergonzado que instintivamente intento cerrar sus piernas y empujar a Chanyeol, pero este en cambio inicio a moverse con mayor desesperó en su interior. Un quejido ronco se escuchó en la habitación, Kyungsoo abrió sus ojos sintiendo como el duro pene del mayor parecía aumentar de tamaño.

—Entonces... te haré un bebé.

—¿Enserio?

—Joder, hablo en serio.

—Pero eso... es...

—Haremos que lo imposible se vuelva posible —, con sus grandes manos levantó y separo las piernas del menor le sonrío con gula golpeando con intensidad su interior.

La punta del pene de Chanyeol comenzó a notarse en la pancita de Kyungsoo, el menor emocionado presionó con sus delgados dedos mientras su pecho se inflaba en felicidad.

—T-tonto... me vas a romper...

—Eso te gustaría.

—Mmmhg.... Claro que sí

Entre miradas lujuriosas y palabras cargadas de amor los dos se demostraron cuanto se necesitaban hasta perder la razón, eran tontos, llenos de sueños absurdos, pero con un lazo tan fuerte que ni la envidia más grande podría quebrar jamás. 

Atrapando al cuervo || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora